× 02 ×

34.1K 4.3K 2K
                                    

—Taeyoon, ¿Podemos hablar? —susurró el peliverde, tomando por el brazo al castaño para evitar que escapara.

—¿De qué?

—Tú sabes...

—Entonces no —dijo sin más, queriendo soltarse de aquel agarre, chasqueando la lengua irritado al notar que Yoongi no parecía querer dejarlo ir.

—Por favor... —aquella mirada que le dedicó a Taeyoon le transmitía total súplica—. Sólo piénsalo...

—Ya, déjame tranquilo.

El castaño se dio la vuelta, dispuesto a subir las escaleras en busca de su hermano, pero sintiendo ser detenido nuevamente por aquel chico que por lo visto, jamás iba a rendirse.
En verdad sentía pena por él, pues lo había visto luchar por su amor desde antes de conocer a Jungkook. Y sí, en algún momento pensó en aceptar salir con él, pero cuando el pelinegro se cruzó en su camino, todo su panorama cambió de repente.

—Escucha Hyung, no quiero ser grosero, pero te he rechazado demasiadas veces... ¿Hasta cuándo seguirás con esto? No pienso salir contigo y menos si tienes aquellas intenciones.

—De acuerdo, entonces salgamos como amigos —se encogió de hombros, metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones—. ¿Aceptas?

—Si lo hago, ¿dejarás de insistir luego?

—¡Claro que sí! —dijo decidido y con la emoción inundando su voz.

—¿De verdad?

—Sí... Porque cuando ese día pase, el que comenzará a buscarme, serás tú —sonrió ampliamente, acercándose al ojiazul para besar cortamente su mejilla y marcharse del departamento—. Te veo en un rato.

Taeyoon frunció el ceño a más no poder. No entendía porque Yoongi habla dicho aquello con total seguridad.

¿Acaso me hará un amarre de esos que hablan en internet?

Rió fuerte ante sus absurdos pensamientos y subió en busca de su hermano.
Hace algunos meses que no lo veía, eso porque Taeyoon se había ido a vivir a Seúl y le era complicado al menor movilizarse hasta su ciudad natal.

—¿Hola? —susurró, entrando con cautela en la habitación de Taehyung, formando una mueca al notar que su hermano no se encontraba allí.

—¡HOLA! —gritó saliendo de su escondite, provocando que el ojiazul soltara un chillido del susto y saltara en su sitio.

—Ah, ¿Qué te pasa? Tú no cambias, eh... —dijo fingiendo indignación.

—Bueno, supongo que asustar a mi hermano pequeño siempre será divertido —sonrió geométricamente y rompió la distancia para estrechar a su hermano entre sus brazos—. Te extrañé... Mucho mucho...

—Yo también... Pero quítate, me asfixias... —habló con dificultad, sintiendo que el aire se le iba tan rápido como Bob Esponja en su faceta de Carrerín.

Taehyung lo miró enternecido y besó su frente, pues aunque tuviera a Yoongi a su lado, no se comparaba en nada a estar junto a el ojiazul.
Habían vivido mucho tiempo juntos, incluso cuando cumplieron la mayoría de edad, pero aquello tuvo que terminar cuando Taeyoon se fue a vivir a otro sitio en busca de un mejor trabajo para poder pagar las deudas de ambos.

—¡Traje la cena! —escucharon la voz de Yoongi resonar en el departamento.

—Tú baja, ya te alcanzo —dijo antes de adentrarse en el baño de la habitación de su hermano—. ¿Qué mierda se supone que voy a hacer?

El ojiazul se miró fijamente en el espejo de aquel baño.
Suspiró con pesadez y luego abrió el grifo para empapar su cara con agua fría.

La primera sorpresa que tuvo al llegar a casa de su hermano, fue notar que Yoongi vivía en ese sitio. Pero tampoco quiso cuestionar las cosas, pues realmente no le preguntaba muchas cosas a Taehyung y apenas y hablaban por teléfono unas horas a la semana.
Pero el hecho de que el peliverde insistiera demasiado minutos por una cita, lo hizo aceptar para quitarse ese peso de encima.

—El sábado... —susurró para sí, frunciendo el ceño al no encontrar ningún plan para safarse de tal apuro—. Mierda... Ese día cumplo meses con Jungkook. No puedo cancelarle.

Se miró una última vez al espejo y ladeó su cabeza, confundido ante la muy repentina idea que cruzó su mente.
Estaba siendo muy poco consciente de lo que estaba pensando, pero tampoco quería dejar plantado a Yoongi. En serio quería que aquel chico dejara de insistir, pues parecía que jamás iba a cansarse, incluso después de tantos años.

"Quiero conocer a Jungkook"

Las palabras de su hermano hicieron eco. ¿Qué tan malo podía ser?

—Taeyoon, ¿Estás bien? —preguntó el castaño del otro lado de la puerta, su voz inundada en un tono de preocupación al notar que su hermano llevaba demasiado tiempo encerrado.

—Ya. Vuelve a la mesa, enseguida salgo. —revolvió su cabello y se dirigió a donde comían su hermano y su compañero—. Taehyung-ssi, ¿Podemos hablar cuando termines?

El castaño asintió con una media sonrisa. Conocía tan bien al pequeño Taeyoon qué sabía, algo andaba mal. La expresión en el rostro de su hermano delataba completa confusión y nerviosismo.

Espero a que terminaran de cenar y jaló al ojiazul hasta su habitación, tirándolo a la cama y sentándose junto a él.

—¿Qué te inquieta? —cuestionó directamente, sin querer darle más vueltas a aquel asunto.

—Bueno... Yoongi me pidió que tuviéramos una ¿cita? —su mirada bajó hacia el piso mientras jugaba con sus dedos—. Y yo acepté porque quiero que dejé de seguirme.

—¿Y cuál es el problema? Es una cita de amigos de todas maneras.

—Ajá —respiró hondo y regresó su mirada a los ojos de su hermano—. La cita es el sábado, y ese día cumplo meses con Jungkookie —la boca de Taehyung se abrió en sorpresa sin poder creer que su hermano no estaría ese día con su novio por aceptar al peliverde—. No puedo cancelar ese día, es importante...

—Yoongi lo entenderá.

—¿Serías yo por un día? —Los ojos del mayor se ampliaron de una forma increíble, tragó saliva sin saber que responder.

—¿Y si Yoongi me besa? No, no quiero.

—No te estoy pidiendo que salgas con él, idiota, se dará cuenta... —sintió sus latidos comenzar a acelerarse. ¿En serio su propio hermano estaba pidiéndole salir con su novio?

—P-pero... Taeyoonnie...

—Querías conocer a Jungkook, ¿No? Vamos, Tae, ayúdame esta vez...

El castaño dejó escapar un suspiro, rindiéndose ante la mirada suplicante que le daba su hermano.
El ojiazul siempre había sido muy buena persona, y simplemente no podía negarse, eran contadas las veces que el pequeño pedía un favor.

—De acuerdo.

—¡Bien! Mañana mismo vamos a comprar lentillas azules y... Sólo trata de no besarlo mucho, no me agrada...

Taehyung abrazó nuevamente a su hermano y le aseguró que no habría de qué preocuparse, aunque en realidad estaba demasiado nervioso.
En serio anhelaba conocer a la persona que hacía feliz a Taeyoon, pero hacerlo de esa forma, no le prometía cosas buenas.

En el instante que el ojiazul se quedó dormido, Taehyung se quedó por mucho tiempo observándolo, notando que había un rastro de lágrimas que quedaron marcadas en su rostro.
Si a Tae definitivamente no le gustaba tener que enfrentarse a una cita con Jungkook, por supuesto que a Taeyoon le agradaba mucho menos.

Sólo le quedaba rogar para que las cosas salieran como lo estaría esperando.

▫▪▫▪▫

Es gracioso porque ambos shipps serán KookTae jajajaja


❤💖 Saranghaeeee 💖❤

» Los gemelos Kim •• KookV «Where stories live. Discover now