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—Tae... —susurró muy bajo intentando despertar al castaño—. Tae, despierta...

El chico abrió sus ojos con calma, tallándolos con suavidad para intentar mirar quién lo llamaba, sorprendiéndose con exageración al notar que era su propio hermano quién estaba a su lado.
No recordaba con precisión qué era lo que había pasado anoche con Jungkook luego de volver de aquel bar, pero lo que sí sabía era que había dicho muchas cosas de las cuales, la mayoría eran ciertas.

No comprendía porque Taeyoon había vuelto hasta ahora y le estaba molestando muchísimo el que lo estuviese sacando aún cuando apenas eran las siete de la mañana.

—Vete de aquí... —el castaño negó con la cabeza—. Vete o despertaré a Jungkook.

Taehyung se levantó con cautela y mucha pereza, después de todo no quería causar más problemas de los que ya tenía encima y acompañó a su hermano hasta la recepción del hotel para poder hablar tranquilamente y rendirle cuentas.

—¿Por qué estás acá?

—Jungkookie salió a buscarte, casualmente se encontró conmigo y creyó que eras tú... Fue divertido.

—No Taehyung, esto ya no es divertido —lo observó con antipatía quedándose después en completo silencio.

—Te recuerdo que tú fuiste quién empezó con todo esto, y te recuerdo que te dije que sería una mala idea —sonrió con burla cruzándose de brazos—. Mejor deberías irte tú de aquí, estaba muy tranquilo durmiendo junto a Jungkookie.

—Lárgate ya Taehyung, no quiero verte ahora.

—Oh, ya entiendo... Viniste a ver a Yoongi para seguirlo ilusionando ¿no? En verdad me tienes cansado... —dejó de hablar en el instante en que el ojiazul se consumió por la furia y le soltó una fuerte bofetada a su hermano—. Si te ofendiste es porque es cierto, te juro que la próxima vez que Jungkook venga a mí, voy  a decirle quién soy y hablo en serio... Vete a la mierda —dijo por último para luego marcharse del hotel.

Cuando estuvo fuera se rodeó con sus brazos para entrar un poco en calor, realmente era muy temprano y hacía bastante frío pero no llevaba mucho dinero consigo y no podía pagarse una habitación para el solo.
Para su suerte, su departamento se encontraba a seis cuadras del hotel y no tuvo que caminar demasiado pero se dio cuenta de que lo hizo bastante lento pues a lo lejos pudo visualizar a Yoongi fumando un cigarrillo afuera del edificio y cuando observó la hora en su celular, miró que eran pasadas las ocho y cuarto.

—¿Tan temprano?

—¿Qué haces aquí? Creí que te quedaste a dormir con Jungkook —dijo para luego darle otra calada a su cigarrillo—. ¿Qué ocurrió?

—Taeyoon llegó y me echó de la habitación —se encogió de hombros con una expresión resignada.

—Oh, siempre sí volvió con el imbécil ese...

—¿Es por eso que estás fumando otra vez? —el peliverde se quedó en silencio esquivando la mirada de Taehyung—. Hyung...

—Tu hermano es un idiota, cómo me hubiese gustado jamás haberlo conocido —el castaño estuvo a punto de responder pero Yoongi le hizo señas de que no dijera nada—. Y no. Ustedes no son iguales, ni siquiera físicamente aunque parezca que sí.

—Explícate.

—Tu hermano tiene la mirada muy pesada... Y aunque luego uses lentillas, tu mirada transmite completa paz. Tu sonrisa es tierna y alegre, la de Taeyoon es tétrica y malévola. Por esas cosas Jungkook se siente mejor a tu lado, porque tú le das el amor que tu hermano no le ofrece. Pero sigo sin entender porque me enamoré perdidamente de él, aún sabiendo su forma de ser.

» Los gemelos Kim •• KookV «Where stories live. Discover now