47.- Quejas y más quejas.

837 135 41
                                    

La cara de S.Coups mostraba furia por completo, cualquiera que se atravesase en su camino, seguramente terminaría muerto y de la peor forma posible. Pudo ver desde las alturas, cómo uno de sus remolinos succionaba algo y al poco rato pudo confirmar que era Dino quien había sido atrapado por fin. Se deshizo de sus demás remolinos, centrándose solo uno y haciendo que éste diera vueltas a una velocidad más rápida, si es que era posible.

Estaba tan centrado en matar a Dino, que ni siquiera notó que un portal había sido abierto muy cerca de él. Serug miraba desde lejos la escena, miró fijamente a S.Coups. Serug tenía un raro poder, podía aturdir a cualquier demonio con vibraciones que podía transmitir, pudiendo controlar a quién afectar y a quién no.

Esto hizo que S.Coups cayera de inmediato al suelo, con un dolor de cabeza, al tener una audición super desarrollada, un gran poder que también pocos tenia, esos zumbidos lo afectaban aún más. El remolino también disminuyó su intensidad, hasta que se esfumó en el aire dejando libre a Dino, bastante maltratado, la piel le sangraba y tenía colgado muchos pedazos de piel, dejando ver la carne viva.

Cuando S.Coups pudo regresar a sus sentidos, parecía aún más furioso de lo que estaba. —¿Qué has hecho maldito Serug? Estaba apunto de matarlo.

— Sabes que yo no me meto en las peleas de otros demonios, pero es necesario que lo haga en esta.

— ¿Por qué? Tu más que nadie sabe los problemas en los que Dino me ha metido, ese maldito bastardo me ha hecho la vida imposible a pesar de que soy yo quien lo ha mantenido con vida.

— Lo sé, lo sé, cálmate. No es personal, los demonios siempre buscamos con quien pelear.

— ¡Claro que es personal! — elevó el tono de su voz, más de lo que ya estaba. —Me ha jodido desde que su padre lo trajo.

— A todos, es un demonio demasiado inquieto. ¿A caso no recuerdas cuando tu eras así?

— ¿Vas a compararme con él?

— Ambos se parecen demasiado, y sí Dino no fuese un impuro, seguro lo hubieras conocido cuando solo era una bola.

SeungCheol reviró los ojos, no quería escuchar lo que Serug tenía para decirle.

— ¿Cuántos años tenías? ¿Doscientos? No tenía mucho tiempo que acababas de dejar ser una bola.

— ¿A que quieres llegar con esto? — suspiró.

— ¿Por qué lo dejaste vivo la primera vez que pelearon?

— No sé — se encogió de hombros.

— Si lo sabes.

S.Coups se tomó algunos minutos para poder contestar y antes de hacerlo suspiró una vez más— porque es mi hermano menor.

— Así es, ibas en busca de tu padre, eras tan social que terminabas enterándote de demasiadas cosas que no debías saber. Supiste que había ido a la tierra de los humanos porque resultó tener un hijo de una humana, sentiste curiosidad y averiguaste todo.

— ¡Había dejado de ser una bola! — trató de defenderse — sentí curiosidad como todos los demonios de doscientos años que van en busca de su padre porque a esa edad ya pueden defenderse y pelear mejor. Sólo, quería conocer a mi hermano impuro.

— ¿No te agradó?

— No — hizo un puchero, como perro regañado — tenía tan solo 22 años de nacido y ya tenía un cuerpo como de ciento cincuenta.

— ¿Sólo por eso no te agradó?

— ¡Yo pasé cien años de mi vida como una bola, pateado como si fuese un balón, regañado por atravesarme en las fronteras, maltratado por otras bolas! Lo único que me agradó fue que no tenía poderes — se cruzó de brazos.

Mi pequeño Loto  [JiCheol]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin