Capítulo 3

1 0 0
                                    

La dichosa aula se ubicaba en el segundo piso, al frente prácticamente del ascensor y a la izquierda de las gradas, al entrar a la clase noté que el 80% de mis compañeros se habían situado al principio del aula, es decir, lo más alejados posibles del profesor, dicha aula compuesta por un numero muy considerable de mesas con unas 5 filas terminando por una ventanas bastante grandes en donde el sol era el principal inconveniente.

Como dije, la seguí hasta el fin del mundo que sin darme cuenta a sido en los sitios más  cercanos a la pizarra pero situados a la derecha del todo con las ventanas como confidentes. Empezó la clase con mi nerviosismo claro de intentar anotar aunque sea algo de la clase mientras seguía observando la galaxia que tenia enfrente, si, me senté justo atrás de "ella", aunque no se de donde saqué tanto valor para hacerlo, tal vez su belleza, tal vez su inmensidad, pero para que les voy a engañar, en verdad fue por destino. Las clases siguieron sin cesar hasta por la mitad de ellas (eran 3 horas) cuando el profesor tuvo que salir por un asunto y nos dejo a todos solos por un momento y en ese lapso, en ese preciso instante, amigos míos, se me ocurrió la mejor manera de conquistar a una chica, de volverla loca, de hacerte notar y de hacerla sentir mágica, con un simple pero eficaz "¿me explicas el ultimo ejercicio? tu si has de saber" la volví loca, o eso quisiera decir pero en verdad fue el primer paso para conocer el sentido de la vida.

Luego del intento de explicación, porque obviamente en hora de clase ni ella ni nadie sabia muy bien por donde iban los tiros en la materia, nos pusimos a hablar de trivialidades, que de qué pre-universitario venia, que colegio, por qué eligió la carrera y muchas preguntas mas que más parecía una entrevista de trabajo que una conversación normal, pero me cegaba tanto que no podía actuar normal, pero el simple hecho de verla que por cualquier cosa ella sonreía me llenaba tanto el alma, que por poco  quedo empachado de tanta felicidad.

El profesor llegó de su inconveniente y las clases tomaron su curso hasta terminarse y en vez de despedirme no dije ni "mu" ni maullé ni ladre ni nada, la observe como se iba lentamente del aula con su amiga mientras yo intentaba guardar torpemente mis materiales en la mochila, me junte con mis amigos e hice como si no me hubiera separado de ellos por ningún momento ya que pensé que de ahí había otra materia o algo por el estilo cuando veo que todos ya estaban saliendo de la facultad y me quede culpable y ausente durante todo el rato con mis amigos por pensar que pude hacer algo más, tampoco le iba a pedir matrimonio, aún, pero en mi mente flotaban palabras que quería decirle pero creo que era muy pronto, demasiado pronto como para que las entendiera, aunque tal vez aún es muy pronto y por ello estoy escribiendo este relato.

Vida en el centro del mundo.Where stories live. Discover now