Vida en el centro del mundo.

Capítulo 6

11:15 Am, vi desde el horizonte de la Universidad a esa chica que aún no sabía que me iba a volver loco de amor, caminando como si la entrada de la institución fuera una pasarela y la gente que pasaba alrededor fue el público al que por mucho que la observaran no declinaba su paso hacia en frente, hacia mi.

Nos saludamos y nos dispusimos a caminar sin rumbo durante esas horas, donde como siempre cuando me pongo nervioso parecía un interrogatorio más que una cita, hasta que ella se sintió cómoda y empezó a preguntarme a mí cosas como mis relaciones actuales o pasadas, de que colegio venía, que cosas me gustaban y me di cuenta que como rara vez me preguntan de mí no sabía muy bien como expresarme, no sabía muy bien como seguir la conversa hasta que me acordé del "novio", por lo que aún esperándome lo peor le pregunté si estaba actualmente en una relación e inmediatamente se me agrandó el soplo - si tengo uno en el corazón- y se me estremecieron las entrañas al escucharla decir "si, tengo una relación pero es complicado".

De repente no supe que decir hasta un buen momento después, cuando reaccioné de tal manera cual superhéroe en momentos críticos por que sabía que ella era única y aun teniendo novios, amantes, prometidos o maridos debía dar todo de mi para buscar ese momento, ese milagro.

Paseamos por la plaza Foch, por sectores del Ejído y por la Católica, y nadie nos podía parar hasta que vimos la hora, y empezamos a volver a la Facultad lo más antes posible, durante ese trayecto comenzó el momento de la filosofía, el momento de abrirnos mucho más el uno con el otro para hablar de temas considerablemente personales y de índole difícil.

Me sentí seguro, segurísimo, nunca me había sentido tan seguro en mi vida de hablar del problema mas grande que tengo y que lo comenté un poco mas arriba, el tema del soplo del corazón, el tema de que no debía haber nacido pero sobreviví a esa imperfección cuando recién daba mis primeros gritos en el mundo, aunque cabe recalcar que mis padres nunca me dijeron qué me salvó ni como me salvaron, en realidad nunca había hablado de algo así con una persona, nunca en mi vida había comentado a alguien este suceso tan inverosímil y a la vez milagroso y de buenas a primeras pensé que la asusté con semejante declaración, con semejante hecho que no nos conocíamos ni un mes y ya le abrí tanto mi corazón que ella estaba ocupando el sitio vacío que crea esa enfermedad. Pero ella también confesó algo muy importante y tal vez más impactante que el mío, lo siento querida lo debo decir...