Pareja Terrorista

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—¡Jajaja! ¡Sabía que eras un tonto!

NK aterrizó frente al rubio, su mirada era burlona y no disimulaba sus ganas de reír en su cara. Una vena palpitó en la sien del Linfocito y sin importarle si era de caballeros o no, con su pie dio una patada a las piernas de la célula femenina, haciéndola caer al suelo sobre su trasero.

—Lo siento, se me escapo el pie.

A pesar del golpe en su mejilla, no pudo evitar sonreír con sorna al ver a la chica en el piso. Un tic nervioso se asomó por el ojo izquierdo de NK y se levantó del suelo, seguida por Killer T.
—Tal vez deberías tener cuidado, mira que U-1146 fue piadoso contigo. Debes de ser muy idiota como para haber hostigado a la chica que le gusta.

El rubio se quedo en blanco, ciertamente no había pensado en aquella posibilidad. Sabía que el neutrófilo y la eritrocito compartían una amistad muy inusual y era más común verlos juntos que separados, pero aún así no pensó que podría haber algo más profundo entre ellos. Tenía sentido después de analizarlo con más detenimiento, odiaba admitirlo pero NK tenía toda la razón.

—Ese bastardo, parece que aquel golpe que le di no fue suficiente para hacerlo recapacitar. Debería darle otra tunda.

—¡Oye, oye! Parece que tu cerebro se averió aún más después del golpe que te dio el neutrófilo enamorado. ¿Que crees que sucederá si intentas apalear a U-1146?

—¿Que más debería pasar? ¡Lo obligaría a abrir los ojos! ¡Las células inmunes no somos amigos de las otras células sanguíneas o comunes!

—¡Mal! Si intentaras lastimarlo, aquella eritrocito llamaría al resto del batallón neutrófilo y la tunda te la llevarías tú.

—¡Esa tonta eritrocito ni siquiera puede hacer su trabajo bien! ¡Además es torpe y...!

El uniformado de negro siguió despotricando en contra de las 2 células sanguíneas, señalando sus defectos. NK, cansada de escucharlo y con una sonrisa maliciosa, lo tomó del cuello de la camisa y mordió su cuello con fuerza, justo debajo de la nuca. El linfocito estaba incrédulo, tanto que ni siquiera se atrevió a moverse a pesar del extraño escozor que provenía de la herida. La fémina retiró sus dientes del área de la mordida, saboreando en el proceso el sabor del citoplasma de la otra célula inmune.

—¿Por qué tan callado, Killer T? ¿Acaso el Neumococo te comió la lengua? No te preocupes, yo lo mataré por ti.

Entre risas, NK se alejó de su compañero, quien todavía no podía creer el descaro de aquella maldita mujer. Cuando por fin reaccionó, lo primero que hizo, fue salir a cazar a la célula que se atrevió a reírse de él, olvidándose completamente del neutrófilo y la eritrocito. Cerca de ahí, la Célula Dendrítica estaba contemplando las fotos que había tomado, apreciando el momento en que NK marcó al rubio como de su propiedad.

—Esto irá directo a los expendientes de ambos.

Trouble MakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora