Aratani - Tokyo Ghoul

Cap 1: Interrupción

Ya era de noche en Tokyo y las calles del distrito 08 estaban completamente vacías, la gente estaba toda en sus casas protegiéndose de los monstruos nocturnos. Los cuales buscaban alguna presa que cayera en sus manos.

Una chica que deambulaba cada noche por las calles del distrito 23 y 08 se encontraba en medio de un enredo de ghouls que querían acabar con su vida.

―Ustedes me aburren. En serio. Los humanos son inferiores y eso no es cuestionable, pero ¿Ustedes? ―la arrogancia en su voz era palpable al viento y eso hacia enfadar más a los demás―. ¿Qué puedo esperar? ―Se pregunta a sí misma.

Estaba sentada en el suelo, los únicos movimientos que hacía para defenderse era con sus dos kagune. No se inmutaba mayormente.

―Eres una niña tan desagradable. ―Aratani miro al chico que lo decía, parecía tener entre unos 25 años supuso ella―. Te voy a matar ahora para terminar este trabajo.

Aquella última frase formo una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios y miro a los 4 ghouls que la rodeaban y pensó «él es muy idiota»

El chico se colocó en posición de ataque y saco su koukaku y justo cuando él iba atacar, alguien aparece a interrumpir y los detiene.

―¡Alto! ―dijo un hombre.

―Maldición ―dice uno de los ghoul―. ¿Qué hacemos?

―Mátalo. ―le ordena otro y este asiente en silencio y se prepara para atacar sacando su rinkaku.

Aratani miraba despreocupada aquella situación, pero cuando vio que aquel ghoul iba por el humano se levantó saltando delante del hombre.

Los ghoul solían ser muy fuertes e impenetrables. Pero cuando peleaban contra otros ghoul podían romper y penetrar las duras barreras que eran. Por eso los humanos habían creado armas con sus kagunes.

―¿Por qué te sorprendes humano? ―pregunta Aratani al hombre.

Y la escena no era muy acogedora.

Aratani había dado un salto cayendo entre el ghoul y humano. Aquel monstruo iba con su kagune afuera listo para matar al investigador, pero fue ella quien recibió el ataque haciendo que salpicara sangre en el hombre que estaba ahora en el piso. Aratani no solo había recibido el ataque sino también había sacado su rinkaku para acabar con el ghoul. Este cayó al piso y los demás se colocaron en alerta para continuar con la pelea.

El hombre estaba anonadado y no había pensado que aquella chica era una ghoul, él se había presentado ahí por querer ayudar, pero cuando vio tal escena entendió todo.

Aratani sonrío y miro al hombre.

―Te he manchado con mi sangre. Deberás tirar esa ropa, así que es mejor que desaparezcas ahora.

Su advertencia era calmada, pero claramente la situación era otra. Los otros tres ghouls saltaron para acabar con esta situación.

―¡Vete! ―Le grito.

―Una ghoul teniendo compasión. ―Comento el hombre.

―No. ―Dijo Aratani y sonrío nuevamente―. Compasión no ―y dio un salto para esquivar a sus atacantes y empujarlos. Dejando sus palabras sin terminar.

El hombre miro sus movimientos, que parecieron realmente delicados y con demasiado tiempo. Aratani saco su rinkaku nuevamente y mato a los 3 ghoul en un par de segundos.

―Eras un estorbo. ―Termino su frase aquella chica.

―¿Esmerato?

―No me gusta mucho ese nombre, pero es el único que sabrás.

―¿Me matarás? ―pregunto entonces aquel hombre y la chica lo quedo mirando con cara de pregunta.

―¿Por qué te mataría? ―Le contesto con otra pregunta.

―Eres una asesina. ―dijo obvio.

La chica ghoul rio por ello y camino hacia el investigador. Se detuvo a un metro aproximadamente y quedo en silencio, para luego responder.

―Sí, soy una asesina, pero digamos que ahora no tengo tiempo y te dije que te fueras. ―Recalco lo último.

―No entiendo. Tú estás calificada como una ghoul peligrosa. ―dijo el hombre confuso.

―No hay nada que entender. ―respondió Aratani y dio un solo salto siendo empujada por su kagune para desaparecer.

Esa sería la última vez que se vería con aquel hombre en este tipo de situación.

...

Les dejo el primer capítulo de Aratani, no sé cuando vuelva a publicar, como ya dije en el anterior, pero todo depende.

Gracias por leer. Espero que les vaya gustando.