Una pequeña casa en el campo era la felicidad y unión de una familia, a pesar del odio y miedo que sentían otras personas contra ellos, la familia Ishinomori era muy feliz criando a su pequeña hija. En aquel lugar donde las casas se encontraban a varios metros de otra, ellos vivían alegres y tranquilos. Su única motivación para luchar contra cualquier adversidad era su hermosa gema, a quien habían bautizado con el nombre de Aratani, una piedra preciosa, la más bella de todas, porque para ellos, su hija lo era todo.
Habían escapado del distrito 23 luego de que la pequeña naciera, era un peligro mantenerse en aquel lugar, más cuando había ghouls creando problemas, por otra parte su hija podía llegar a ser una portadora de dos kagunes, que para el mundo de estos monstruos era interesante y fuera de lo común. Así que Fumito con Shiro la debían proteger a toda costa de quienes quisieran llevársela para su conveniencia, incluso de aquellos que eran sus amigos y cercanos. Pero aun así había una sola persona que se había enterado de aquello, alguien en quien ellos podían confiar y que les prestaría su ayuda si algo sucediera.
―Fumito, Aratani es tan bella. ―los ojos de Shiro se llenaban de luz viendo a su hija.
Shiro estaba tan feliz de haber podido ser mamá, a pesar de haber nacido en este cruel mundo que los separaba y discriminaba, ella era realmente alguien llena de esperanzas, aun creía firmemente que podrían algún día convivir todos juntos, es por eso que junto a su esposo trabajaban para que ello se hiciera realidad y Aratani tuviera un mejor futuro.
―Nuestra hija será una chica fuerte y bella. ―dice orgullo su esposo.
Ambos estaban llenos de alegría por ser padres, era algo muy hermoso, que les estaba enseñando nuevas cosas, les sorprendía bastante todo, pero lo hacían con mucho amor.
―¿Crees que ella herede nuestros kagunes? ―pregunta de repente la mujer.
El ghoul la queda mirando y luego a su bebe, no sabía si ella tendría ambos kagunes, aunque independiente de ello, sabía que quería enseñarle como a ser alguien que pueda defenderse y luchar para sobrevivir, con valores únicos y eso era lo único que sus padres le podían dar.
―No lo sé, Shiro, pero Aratani será tan fuerte como nosotros y ella aprenderá cada cosa que le enseñemos. Tiene que ser una chica inteligente y capaz de sobrevivir.
―Ella será un genio, de eso no tengo dudas. ―dice y sonríe ampliamente.
Shiro tenía un Kagune tipo Koukaku, que le sirve de escudo y se parecen a alas de mariposa, pero muy enormes, estas se volvían de diamante en su forma más dura, haciéndola casi impenetrable, mientras que Fumito tenía un Rinkaku, del cual podía sacar seis tentáculos, formaban la pareja perfecta, un equipo de lucha que era capaz de derrotar a muchos enemigos.
Al crecer Aratani fue desarrollando sus habilidades como ghoul, quien en su defecto había heredado ambos kagunes de sus padres, volviéndose asi un Quimera, la diferencia que ella tenía de sus padres es que los colores de ambos habían formado uno y este era muy especial, el cual le había dado su nombre de ghoul.
Esmeralda, el Kagune de su madre era como el diamante, sin color, podía reflejar otros y mayormente se veía celeste, mientras que el de su padre era un verde oscuro, asi juntando ambos ADN, Aratani consiguió un color esmeralda.
Muchos pensaban que su kagune era de esmeraldas, pero en realidad eran diamantes de aquel color, este siendo más fuerte y duro para la defensa. Aunque la chica poco ocupada aquel kagune, prefería ocupar el Rinkaku heredado de su padre, porque prefería los ataques de cuerpo, en donde ella pudiera luchar, aun asi el Koukaku era muy útil para cubrirse.

YOU ARE READING
Aratani - Tokyo Ghoul
Fanfiction"No importa si son de tu misma especie o diferente a ti, si te fallan e intentan algo contra tuyo, de seguro no habrán oportunidades para que puedan vivir" Alerta Spoilers. Antes de empezar aviso que la historia original y mayoría de personajes que...