Aratani - Tokyo Ghoul

Cap 9: Un trabajo especial

Aratani dejo el edificio en el cual se estaba quedando para viajar a otro distrito en busca de información y nueva ropa, su lugar favorito era una tienda que vendía vestimenta para humanos, pero su dependiente era ghoul.

―Entonces quieres que te guarde la habitación para cuando vuelvas, ¿es eso?

Aratani ya estaba cansada de repetir la misma información una y otra vez, sino fuera porque era de día y le podía traer problemas, los cuales no le importaban, pero en este momento se encontraba en una misión, ella la habría matado, aunque por su defecto, sabía que la señora no tenía muy buen sabor.

―Si señora, volveré en unos días, ¿Puede guardar la reserva para cuando vuelva? ―le inquirió con mucha molestia.

―Te la guardare, pero deberás pagarme los días que no estarás. ―le dijo astutamente la señora aprovechando su necesidad.

―¡¿Qué?! ¡Usted está loca! ―le respondió la ghoul.

―¿La vas a querer o no? ―le pregunto.

«Maldita vieja» pensó Aratani. Pero en realidad no le quedaba otra opción, asi que tendría que aceptar.

―Está bien. ―respondió sin ganas. Saco de su bolso un fajo de dinero, conto un poco, mientras la señora veía muy feliz todo el dinero―. Tome. ―le entrego la chica y la dueña del edificio no tardo en recibir y confirmar la cantidad de dinero.

―Perfecto. Entonces nos vemos cuando vuelvas. ―le respondió con una sonrisa y se retiró yendo dentro de una oficina detrás del recibidor.

―Te comeré en algún momento. ―murmuro la chica y se marchó del lugar para ir por información y un poco de dinero.

...

CCG.

―Juuzou, ¿ya acabaste ese informe?

―Si Shinohara-san. ―responde el chico y lleva la hoja para mostrar la evidencia.

―Muy bien. Vámonos. ―le dice el investigador.

El investigador Shinohara y su subalterno Suzuya Juuzou iban caminando por el parque y como ya era costumbre se dirigían hacia alguna cafetería.

―Me pregunto qué será de Aratani. Hace días que no la vemos. ―comenta el mayor mientras van caminando.

El peliblanco mira a su compañero con curiosidad y también comienza a pensar en la chica con la cual estaban compartiendo esto días.

―Quizás se fue. ―dice el chico encogiéndose de hombros.

―Puede ser. Realmente me estaba agradando aquella chica. ―dice el investigador sin saber la realidad, pero todo vendría con el tiempo.

...

―Necesito un nuevo traje.

―Aratani, que gusto tenerte después de tanto tiempo en mi tienda, ya te estaba extrañando. ―respondió el chico con su tono meloso de siempre.

―No seas mentiroso. De seguro es por el dinero. Pero no importa, lo necesito también, asi que dime si hay algo bueno y rápido.

―Eso me gusta de ti, hermosa, siempre tan directa y decidida. ―le dice el chico y se levanta para ir a cerrar su tienda y luego invita a la chica a seguir un camino que ya conocían.

Fueron directo a una habitación de atrás para poder hablar más en privado y sin que nadie los interrumpiera. El joven de la tienda coloco los papeles y fotografías sobre la mesa y comenzó a decirle la información de cada trabajo.