El Desconocido. (No Editada)

Antes de empezar

_ No me gusta esa canción _ acercó su dedo hacía el botón de apagado de la radio. Hacía mucho calor en la ciudad y esa canción la agobiaba aún más.

_ Vamos amor _ suspiró el mirándola por un segundo para luego volver su vista hacía la carretera.  Ella rodó los ojos y se arrecostó del asiento un poco fastidiada ya quería llegar y nadar durante un buen rato.

_ Hoy el camino a la playa se ha hecho más largo o ¿Qué? - bufó y él tomó la mano de ella besando los nudillos de esta y ella no pudo evitar sonrojarse amaba cuando el tenía esos detalles con ella.

_ Ya casi llegamos Layla no te desesperes _ ella sonrío y se quitó el cinturón y se acercó a besar su mejilla y rápidamente volvió a su asiento.

Rin. Rin

Sonó el celular de Layla y ella buscó en su bolso y vió el número de Marcos en la pantalla, el le había mandado un mensaje.

_ ¿Quién es? _ preguntó el sin dejar de mirar la carretera

_ ¡Nadie! _ soltó Layla rápidamente. Joder él se  molestaría.

_ Amor _ soltó el con reproche _ ¿Qué pasa, por qué tan nerviosa?

_ No es nadie Bobby _ el rodó los ojos al escuchar aquel apodo que ella le había puesto. Seguía diciendo que era de perro

_ Déjame ver _ extendió su mano hacía ella _ si no fuera nadie no estarías tan nerviosa... ¿Qué pasa? Confía en mí bebé _ ella suspiró y decidió contarle

_ Es Marcos _ soltó mirándolo y inmediatamente vió como su mandíbula se tensó ahora se arrepentía de habérselo dicho

_ ¿Cómo consiguió tu número? _ preguntó tratando de parecer calmado

_ Él... Él y yo estuvimos hablando, cosas sin importancia y pues yo se lo dí _ se detuvo luego continuar _ no quiero que te enojes conmigo pero él y yo somos amigos o estamos tratando de serlo

_ ¿Amigos? _ le preguntó apretando el volante _ ¡amigos, claro!

_ Él cambió _ ella susurró y él soltó una carcajada bastante cínica _ las personas tienen derecho a cambiar Bobby

_ Y tú piensas que Marcos lo hizo _ Parecía más una afirmación que una pregunta

_ Bobby _ susurró ella pero éste sólo negó

_ No puedo creer ésto. Layla yo... _ pasó la mano por su cabello despeinandolo _ ¡Mierda! _ golpeó el volante del coche haciendo que el claxon sonará y ella se asustó a su lado. Sabía que era su culpa, aveces el tenía problemas para controlar sus impulsos y cuando no lo hacía ella trataba de ayudarlo pero sabía que este no era el caso. Ella había causado todo

_ Bobby calma ¿Si? - le pidió tratando de calmar sus nervios _ yo... Si, tal vez sea algo estúpido pero él se disculpó

_ Claro... Como toda las veces. ¿Qué mierdas tienes en el cerebro Layla? _ espetó bastante furioso mientras la miraba

_ ¡Bobby el camino! _ exclamó ella mirando hacía la carretera y él golpeó nuevamente el volante mirando hacia la calle _ detén el coche es lo mejor por favor _ le pidió bastante asustada.

_ Me gustaría ver su linda amistad ¿sabes? _ soltó con furia en la voz

_ Amor vamos a detener el auto _ colocó una de sus manos sobre su pierna

_ ¿Quiere que me detenga? - le preguntó completamente cegado por el enojo

_ por favor _ suplicó al borde de las lágrimas todo era su culpa él tenía razón por el cual estar enojado. Marcos no era la mejor persona del mundo, el había intentado hacerle cosas horribles y pues Bobby sólo quería protegerla no quería que ese imbecil volviera a lastimarla ella ya estaba bastante rota como para dejar que el la lastimara más

_ ¡Bien! Detendré el auto _ rápidamente dió un volantazo dando una vuelta en "U" pero hubo un error en todo eso, no se dió cuenta de que más atrás de ellos venía un coche a alta velocidad que rápidamente impacto el suyo haciendo que se volcara y que ambos integrantes del coche quedarán totalmente inconcientes.

Aveces las desiciones que tomamos son las mejores pero hay otras veces que no, pero aún así hay ocasiones en las que decidimos arriesgarnos y nos lanzamos al precipicio a ver si llegamos al fondo o simplemente seguimos cayendo a un agujero sin fin.

Este es el caso de Layla. Su mente le hacía una mala jugada constantemente pero ella no se había percatado de eso hasta que llegó "Él" ella no tenía ni la remota idea de quién era ese sujeto, pero si sabía que había algo que la mantenía cerca de él. Más "él" si sabía quién era ella y también sabía que era ese algo que los mantenía conectados.

Sólo un simple mensaje desencadenó aquello que ella había olvidado haciéndola volver a la realidad. Una realidad en la que estuvo siempre sin darse cuenta.

Comencemos: