dieciocho♡

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Guardar un secreto jamás se le dio bien a Chelsy, siempre terminaba soltándolo todo como si de un vómito verbal se tratara, y aunque estaba haciendo un buen trabajo no abriendo su boca, tenía que agradecer que Luke anduviese muy ensimismado en su propio mundo, le dolía verle de esa manera cada vez que se lo topaba por los pasillos o el campus, pero tenía que aceptar que el hecho de que Luke no se le acercara porque prefería estar solo hacía que no explotara por el estrés de quedarse callada.

Estaba consciente que quedarse callada estaba más que mal, pero también sabía que Luke estaba tan jodido, que no aguantaría más.

Habían pasado tres días desde que Melanie desechó a Luke. Y para todos los que sabían de eso, era obvio que el que sufría de verdad era el rubio, ya que la pelinegra lo único que hacía era pasarla con sus amigos, en descansos se le miraba algo animada. En una ocasión Chelsy estuvo a punto de ir donde ella para tener una charla y decirle que tomara sus responsabilidades, pero al último minuto se había arrepentido.

En resumidas palabras: todo era un desastre. Chelsy tratando de hallar paz mental y fallando. Luke deprimiéndose por la ruptura. Y Calum, tratando de alegrar al rubio cada vez que tuviera la oportunidad y haciendo todo raro.

—Ustedes son lo peor —gruñó el moreno a la vez que hundía su tenedor en la pasta que estaba comiendo, negó lentamente y masticó, frustrado.

Todos estaban en un establecimiento de comida, habían ido después de que terminaran los periodos de clases, Calum los había convencido, porque al parecer todos necesitaban relajarse. Con Preston sin ánimos de nada, Michael preocupado porque al día siguiente le darían el resultado de su examen y Brenda enferma por un resfrío, la mesa parecía un velorio, donde él único que sonreía para mejorar todo era el moreno.

Sin mencionar que Chelsy estaba perdiendo la tranquilidad por estar en un lugar reducido con Luke, quien en el momento no se encontraba en la mesa porque había decidido ir al baño.

—Calum, deja de molestar —soltó Michael, seguido de poner los ojos en blanco. Chelsy le vio de reojo y luego observó al moreno, quien soltó un largo suspiro.

—Trato de ser un buen amigo, para todos, y ustedes no lo valoran —comenzó a decir, dejó los cubiertos a un lado de su plato y alzó ambas manos de forma indignada—, No quiero que nadie se sienta mal, intento que Luke no se hunda en la mierda, por eso lo invité también, y ustedes no ayudan en nada.

—Gracias por ser un excelente amigo, Calum, yo sí lo aprecio —habló Preston, despegó su mirada de su celular y le ofreció una sonrisa plana al moreno, para luego volver toda su atención a la pantalla de su teléfono.

Chelsy no había dicho mucho en todo el rato, se había centrado en comer en silencio y evitar hacer contacto visual con el rubio o Brenda, quien siempre le lada miraditas de reproche porque era la única que sabía todo el rollo que la tenía de esa manera. Y aunque no tuviese el apetito, se obligaba a llevarse cucharadas a la boca para mantenerla ocupada.

La castaña alzó la mirada y vio venir a Luke, tenía la mirada baja, desganado. Cuando estuvo cerca de la mesa, ella quiso apartar la mirada, pero la del rubio la atrapó por unos segundos y la apartó hasta que él se sentó en su lugar.

— ¿Todo bien? —preguntó Calum, el rubio frunció el ceño, pero asintió rápidamente.

—Todo bien —respondió.

Entonces la mesa se volvió a sumir en silencio, donde todos preferían comer o ver sus celulares, Chelsy miró de reojo a su mejor amiga y esta atrapó su mirada y le lanzó otra miradita de desaprobación, como si la estuviese forzando a decir todo en ese preciso momento.

Observó a Luke y sintió mal. Él realmente lucía fatal, su rostro totalmente cansado, debajo de sus ojos habitaba dos grandes ojeras, lucía muerto, sus rulos detrás de sus orejas y vestía un gran hoodie negro. Era algo increíble lo que una ruptura podía provocar en alguien.

—Uhm, creo que tengo que irme —habló Luke después de un rato, todos en la mesa le prestaron atención, Calum le vio confundido y se cruzó de brazos.

— ¿Te sientes mal? —le cuestionó él, el rubio se quedó en silencio y asintió, con algo de pena.

—Lo siento...

—No, está bien, si no te sientes bien, puedes irte —Calum le ofreció una sonrisa de lado, la cual el rubio correspondió a duras penas.

Luke miró a todos y se despidió de forma rápida, sus ojos chocaron con los de Chelsy e hizo sus labios en una delgada línea a la vez que asentía hacia ella en forma de despedida. La castaña hizo lo mismo y cuando el rubio se levantó de la mesa y comenzó alejarse, pudo soltar todo el aire que estaba reteniendo.

—Me siento mal por él —opinó Michael mirando hacia donde Luke se había ido. Calum asintió estando de acuerdo—, Nunca me dejes, por favor —bromeó él, con su ojos puestos en Brenda, de manera expectante.

Brenda puso los ojos en blanco, pero se acercó a él para pasar su brazo alrededor de sus hombros.

—Todo es demasiado confuso, ¿Quién deja alguien porque sí? —divagó Calum, su mirada cayó en Chelsy y esta se encogió de hombros, escuchó cómo Brenda se aclaraba su garganta, trató de no verla, pero cuando esta comenzó a hablar, de inmediato posó sus ojos en ella, de manera asustada.

—Chelsy tiene que decir algo —dijo Brenda, seria. La castaña negó y frunció su ceño en su dirección.

—Claro que no.

—Sí, Chelsy, tú sabes por qué...

— ¡Ahhh, no! —la interrumpió, alzó ambas manos y se las llevó a su rostro. Observó a los demás y estos miraban a las dos confundidos, más Calum, quien miraba de forma dudosa a Chelsy.

— ¿Qué sabes, Chelsy? —interrogó el moreno, alzó una de sus cejas y esperó a que la castaña dijese algo. Ella abrió la boca, pero la cerró enseguida, no sabiendo qué decir. Miró a Brenda y ella la alentó con una mueca—, Chelsy...

—Yo... —balbuceó, colocó sus manos sobre la mesa y tragó duro—, Melanie engañó a Luke con otro el día de su cumpleaños y yo los vi y ella sabe que yo sé, creo que por eso rompió con Luke sin darle ninguna explicación, y ahora no sé qué hacer...

Todos en la mesa se quedaron en silencio. Chelsy frunció el ceño al ver que Calum y Preston estaban petrificados viendo detrás de ella. Observó cómo Michael miró a esa dirección también, seguido de abrir sus ojos a tope.

—Maldición —susurró el pálido y se estremeció cuando este maldijo porque presentía que algo estaba mal.

Escuchó cómo una garganta se aclaró detrás de ella y cuando observó a Luke posarse al borde de la mesa, sintió su corazón caer en picada, sus manos se pusieron heladas y pudo jurar que su muerte se aproximaba, no exagerando.

La había escuchado, de eso no había dudas.

—Olvidé mis llaves —comunicó el rubio, y en ningún momento cruzó mirada con Chelsy.

Nadie dijo nada, se había hecho una atmosfera de incomodidad que ciertamente, todos podían sentir, hasta Luke, quien rebuscaba sus llaves entre los cubiertos y platos. Chelsy las miró al lado de las servilletas y tragó duro cuando las tomó para tendérselas.

—Gracias —musitó el rubio tomándolas, y al fin enfocó sus ojos en los de ella. Chelsy pudo ver algo de dolor y decepción en estos y eso la hizo sentir mil veces peor. La había jodido por completo.

Luke caminó lejos del lugar, y cuando este salió del establecimiento, Chelsy se dejó caer en la mesa, escondiendo su rostro entre sus brazos.

— ¿Qué diablos acaba de pasar? —preguntó Michael después de un rato, estaba impactado, y honestamente, todos lo estaban.

—Cállate, Michael —siseó Brenda.

Chelsy había arruinado por completo todo, estaba consciente de eso, se estaba odiando en ese instante, y tenía miedo que Luke también.

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Se predioOoOoOooÓ AaAaaAaaAhhh, voten y comenten, les quiero ♡

smitten | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora