15. Graciela...

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Sus ojos se encontraron con los míos, camino hacia mi y me abrazo. Tenia mis brazos ocupados pero eso no evito que soltara las bolsas y rodeara a mi madre con mis brazos. 

Al separarnos note que ella estaba llorando. Limpie las lagrimas con mi mano, mientras ella la tomaba en la suya. 

-Así que... me vas a invitar a pasar? 

Sonreí un poco, asentí y abrí la puerta. Luego de recoger las bolsas del suelo, entramos. Ella observo el lugar y luego dijo: 

-Eres mucho más ordenado ahora, no? 

Asentí levemente, y me atreví a preguntar: 

-¿Como es que me recuerdas? 

Ella sonrió y me pidió que me sentara junto a ella, y así lo hice.

-Pues bien... Creo que debo iniciar bien, desde el principio. -Ella sonrió. -Me uní al ejercito en cuanto pude, fui a varias batallas, en Vietnam y demás lugares. Luego de un tiempo perdí la capacidad auditiva de un lado, así que me prohibieron regresar a las guerras, estuve en casa, con crisis nerviosas, cualquier cosa me hacia sentir nerviosa o bajo ataque.

Ella tomo aire y continuo. 

-Fui a un psicólogo, él me ayudo a superar todo, era un tipo agradable, sin cabello, ojos marrones. Sabia que lo había visto en algún lugar, pero era imposible recordar el lugar, empezamos a salir y pero nos distanciamos, luego de comentarle que había tenido un sueño con un muchacho castaño de ojos claros. 

Ella acaricio mi rostro y sonrió.

-Hace unos meses llegue a casa y lo vi, era él estaba en mi casa, no entendía como había entrado. Lo único que dijo fue: "Theo tiene su mortalidad, Gracia. Nuestro hijo es fuerte.", quede en shock al escuchar eso, y aún más al verlo desaparecer. Quede sorprendida, ya que ese era el nombre del joven que veía en mis sueños, y eso nunca se lo dije a nadie. 

Su vista se perdió por unos instantes y añadió:

-El tiempo transcurrió, y mis sueños sobre el joven, regresaron. Iba recordando todo, a mi amado hijo, Theo. Como se enamoró de la princesa, como estuve cerca de perderlo por el mismo motivo... Como su padre, Ares, lo castigo por enamorarse. Hace unos días apareció un sobre en mi puerta, dentro venían fotografías tuyas, y un sólo nombre: Nathan Smith. Supe entonces que eras mi hijo, de una u otra manera eras mi hijo, mi hermoso Theo.

Las lágrimas habían empezado a bajar por mi rostro, al igual que en el de mi madre. Ella limpio mis lágrimas, se acercó más a mi, beso mi frente e hizo que me acostará sobre su pecho, ella empezó a cantar, la melodía que ella solía usar para hacerme dormir. Ese día después de veinte años de no dormir lo conseguí. Dormí y descanse.

Abrí mis ojos al sentir el olor a tocino cocinándose, me levente, bostece y me estire un poco. En ese momento  observe a mi madre cocinar ella sonrió al verme y dijo: 

-Lo siento no quería despertarte.

-Esta bien, no hay problema, mamá.

Lo dije antes de pensarlo siquiera, la mire y observe sus ojos llorosos, ella sonrió y asintió mientras decía:

-Esta bien, puedes llamarme como quieras. 

Sonreí para ella, mientras me empezaba a sentir mejor, mi madre había hecho que yo me sintiera mejor. Ella termino de cocinar y nos sentamos a desayunar juntos. 

-¿Cómo recuperaste tu mortalidad? -mi madre preguntó.

Lo pensé durante unos minutos y dije:

-Kara.

Mi madre me observe algo extrañada, así que añadí:

-Kara, o bien Katherine, ella peleo a mi lado. Creo que no lo hubiese logrado sin ella. 

Mamá sonrió y dijo:

-A pesar de todo... Siempre supe que ustedes terminarían juntos.

Sonreí un poco para ella y luego dije:

-No terminamos juntos, ella termino con Will, madre. A pesar de todo no estamos destinados a estar juntos.

-Afrodita los unió, ella encontrara la manera de unirlos de nuevo.

Ella sonrió y acario mi rostro, tome la mano de mi madre y la puse sobre la mesa, quería hablar con ella.

-¿Qué haces aquí, madre? ¿Para qué o por qué me buscaste?

Ella me observo algo confundida y dolida, luego añadió:

-¿Sospechas de mi?

Asentí levemente, ella estaba realmente dolida y sorprendida, aún así empezó a hablar.

-Desde que tengo memoria he sentido un vació, me uní a la guerra pensando que esto me ayudaría, sin embargo, no fue así el vació seguí allí...

Ella tomo aire y continuo.

-Cuando me "sacaron" del ejercito ese vació se incrementó... Cuando soñaba contigo amanecía de buen humor... Es extraño en realidad ya que cuando llegó el sobre con tu información me sentí... Completa.

Termino de decir ella, giro su rostro hacia mi y añadió:

-Me tomo tres mil años recuperar a mi hijo, no pienso perderte de nuevo, Theo.

La observe en silencio por unos segundos y añadí:

-¿Cual es tu nombre, ahora?

-Graciela... Graciela Smith, por eso te dije que todo indicaba que eras mi hijo, sin saber de mi usaste mi apellido.

La observe algo sorprendido, cuando había escogido ese apellido no había pensado en nadie, sólo lo había escogido.

-Comprendo que dudes, polemistís mou**, pero... Debes de comprender que soy tu madre y nunca te haría daño.

Sonreí levemente y asentí, después de todo estaba recuperando a mi madre, el tiempo pasó de nuevo, sin que me diera cuenta, mi vida seguía siendo monótona pero ahora tenia a mi madre. 

**Mi guerrero.

La Maldición De AresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora