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Alba

Acabo de ver a Eilan. Está con un grupito de gente cantando de todo, riéndose y bromeando. Creo que no me ha visto y me debato entre si acercarme a saludarla o no. La verdad que interactuando con los demás da la sensación de ser una chica super maja a pesar de su apariencia imponente y su correspondiente estética cuidadísima.

De repente, me mira ella también. Lo primero que aparece en su cara es una sonrisa. Nada que ver con la mirada que me dedicó hace ya meses, cuando nos vimos por primera vez.

Se acerca donde estoy, sin quitar la sonrisa de la cara y yo por inercia también me muevo hacia ella.

- Hola, Alba Reche - me saluda con dos besos -.
- Hombre, si es Eilan Bay - respondo sonriendole también-.
- Natalia - me corrige mostrándome la etiqueta que llevamos colgada con nuestros nombres y número de casting-.
- Natalia, entonces. Te queda genial el pelo corto, Natalia - no sé en qué momento he decidido que eso era lo mejor que podía decir, pero ya está hecho-.
- ¿Te gusta? - asiento y ella sonríe de nuevo. Joder, qué mona-. Sabía que estarías aquí, vi cómo te daban la pegatina en Valencia. Y claro, era obvio que ibas a pasar los castings. Por favor, es que oirte cantar es como para derretirse.

¿Que qué? Me puse roja al segundo pero creo que fui hábil en cambiar de tema. A cualquier cosa banal e inocente que no implicara parecer un tomate cherry.

Natalia

La conexión con Alba fue inmediata e intensa. Desde ese momento no nos separamos ni un segundo. Nos podíamos pasar ratos interminables hablando de la vida, de música, de arte en general, de cualquier cosa.

Tenía una personalidad que encajaba perfectamente con la mía. Qué fantasía encontrar a alguien así. Estaba siendo una sorpresa súper agradable.

Habíamos hecho un grupito bastante guay con algunos chicos más, pero ella y yo teníamos algo aparte.

- Nat, no entiendo cómo no hablamos antes - me reprochó Alba en una de nuestras conversaciones, en este caso en mi habitación-.
- Ya, yo tampoco. Perdimos muchísimo tiempo, qué locura.
- Es que a ver, yo no te iba a hablar. Me daba muchísima vergüenza. Casi lo hago cuando vi el video de Don't Ask, pero al final...
- ¿Tú has visto el video de Don't Ask? - pregunté sorprendida. Me daba vergüenza sentirme tan expuesta pero iba a mantener la calma-.
- Claro, tía. Es increíble, la canción, el video, Dios... Es que me flipa entero. ¿Lo hiciste tú sola?

Buen momento para comentarle el pequeño detalle de que tengo un novio que dirigió el video. Somos amigas, así que no tengo por qué ocultarlo.

- Bueno, con ayuda. Con mucha ayuda en realidad. ¿Sabes? Te voy a confesar algo.
- ¿Qué? - contestó Alba expectante-.
- Esa canción la compuse el día que nos conocimos.

Claro que sí, en vez de contarle lo de Mikel, mejor saco el tema adecuado para que el juego de miradas que nos dedicamos justo ese día aparezca en nuestras mentes. Genial idea, Natalia.

Alba

Un momento. ¿Acaso Natalia estaba insinuando que había compuesto ESA canción mientras nos comíamos con la mirada? Porque recuerdo perfectamente verla garabateando en su libreta.

No supe qué decir y nos quedamos mirando. Creo que las dos estábamos pensando lo mismo pero no queríamos tocar el tema del día en que nos conocimos. Porque fue algo raro y lo sabemos.

- Hostia, tía, pues qué guay - me limité a decir-. Además sales preciosa - añadí sin querer. Cállate, Alba Reche. Me dije a mí misma. Tarde.-.
- Habló la más guapa de España - contestó alzando las cejas-.
- ¿Qué dices, Nat? - reí nerviosa-.
- La verdad. Yo quiero tu cara, joder. Es perfecta. ¿Tú te has visto?

Me reí porque no podía hacer otra cosa. Estaba aflorando entre nosotras la especie de tensión sexual que estos días se había mantenido escondida pero que ambas sabíamos que existía.

Natalia me encantaba. Y desde que había conocido su personalidad, la atracción se había multiplicado por un millón. Era inteligente, cariñosa, simpática, generosa, divertida... Lo tenía absolutamente todo para volverme completamente loca.
Pero tenía muy claro que prefería ignorar todo esto para no perder lo que teníamos.

¿Qué era experta en tirarme fichas? Sí, sin duda. ¿Pero qué probabilidad había de que fueran en serio?

Además estaba segura de que, de haber algo más entre nosotras, Natalia actuaría primero.

Natalia

Los ratos en los que no coincidía con Alba me dedicaba a componer sobre ella. Genial. Estaba trabajando en una canción nueva, en lo que me inspiraba tenerla cerca, era una estúpida canción de amor más. Y así la llamé.

También sacaba tiempo para mi novio. Bueno, más bien el pobre Mikel solo intententaba darme ánimos y yo buscaba el más mínimo detalle para discutir o no hablarle. Llevaba cruzada respecto a nuestra relación desde que llegué a los castings. Y sí, desde que conocí de verdad a Alba Reche.

Algo había cambiado en mí. Solo tenía ojos para ella. Se había convertido en mi completa debilidad. Cuando estábamos juntas no existía nada más. Sé que lo que estoy haciendo está mal, pero es superior a mis fuerzas. No sé exactamente lo que siento y tampoco sé que es lo que le pasa a ella por la cabeza.

Yo soy de esas que o me dices que te gusto a la cara o no me entero, ni voy a hacer nada al respecto. Literal.

Stupid Love Song | AlbaliaWhere stories live. Discover now