Stupid Love Song | Albalia

5

Natalia

- ¿Qué? - me pregunta Alba con la poca voz que le sale en ese momento y veo como el enfado y la rabia le llegan a los ojos-.

- Yo... Lo siento. No... - empiezo-.

- ¿No, qué? ¿No te has dado cuenta de que tú y yo no somos amigas, amigas, amigas? ¿O sí te has dado cuenta pero te ha dado absolutamente igual jugar conmigo?

- Alba, no. En ningún momento he querido jugar contigo.

- Pues a mí me parece que desde el principio. De hecho, desde que me conociste. ¿Era un reto para ti o algo así? - me grita indignada y yo niego efusivamente con la cabeza-.

- No, Alba. Para nada. No tienes ni idea. No he podido controlar...

- De verdad que estoy flipando. Si me dijeras que, no sé, que me he confundido, que tú a todas tus amigas les tiras fichas y las miras así. Que me he flipado... Todavía lo podría entender porque claramente tú y yo jugamos en ligas diferentes.

- ¿Qué dices, Alba? - interrumpo de nuevo, no podía creerme su reflexión ya que la que claramente estaba a años luz de su liga era yo. Ella ignora mis palabras y sigue-.

- Encima me dices que no lo has podido evitar. ¿Que no lo has podido evitar? ¿El qué? ¿Mentirme?

- Nunca te he mentido.

- Ocultar un novio es mentirme. Y más cuando yo sí te he explicado todo el drama con Mario. Es que es increíble...

- Lo siento - repetí y bajé la mirada-. He sido una egoísta.

- ¿Y tu novio sabe que vas ligando con toda persona que se te cruza por ahí?

- Esto ha sido diferente, Alba. Por eso estoy así. Por eso hemos llegado a esta situación. No sé que hacer...

- Yo sí lo sé. Vas a no volver a mirarme en tu vida. Ojalá no pases el casting mañana pero, si lo hacemos las dos, que sepas que para mí Natalia ha muerto hoy. A partir de ahora para mí eres Eilan Bay. Un nombre artístico y absolutamente nada más.

- Alba - intento agarrar su brazo pero se deshace con fuerza y se marcha de la habitación-.

¿Cómo la había podido cagar tanto?

Obviamente entendía la reacción de Alba y me odiaba a mí misma por haber hecho las cosas tan mal. Nos he llevado a esto y me arrepiento muchísimo del daño que he causado a una conexión tan bonita como la nuestra.

Estoy hecha un lío. Sé que Alba es increíblemente especial, también sé que posiblemente no me perdone nunca. Y la verdad es que no me la merezco.

Mi móvil vibra y lo miro automáticamente por si es ella. Sé que no, porque prefiere llamar, pero por si acaso.
Es Mikel, lo que me faltaba. Leo su mensaje directamente desde la barra de notificaciones. No quiero hablar con nadie.

"Bebé. No te quiero llamar por si estás ya descansando. Mañana al final estaré ahí. Necesito verte en persona y creo que tú también. Estar separados estos días ha sido una mierda pero me tendré que acostumbrar si mi novia va a ser la mejor triunfita de todas. Nos vemos mañana, preciosa. Mucha suerte aunque no la necesites.".

Había estado pasando de Mikel todos estos días y él seguía al pie del cañón.
No me lo merecía a él tampoco. Y ni siquiera quería merecerlo. Mikel ya me daba igual. Lo único que me removía por dentro se llamaba Alba Reche. Y la había perdido.

No tenía ni idea de como me iba a enfrentar al encuentro con Mikel al día siguiente.

Estuve toda la noche despierta pensando en qué hacer con mi vida. Estaba perdidísima pero necesitaba tomar decisiones.

Alba

He estado toda la noche llorando y no he dormido nada. No he descansado la voz, no he descansado ni un músculo de mi cuerpo y no he parado de pensar en ella. Es decir, todo lo adecuado para hacer un casting final de un programa que debería llevarme a cumplir mi sueño.

Por suerte, he podido evitar a Natalia, o a Eilan, toda la mañana. Ha llegado el momento de la última actuación. Todos los que quedamos estamos sentados alrededor de un escenario donde iremos actuando uno por uno.

Busco de reojo a Eilan y, una vez la tengo localizada, preparo todos los mecanismos para no volver a mirar a esa zona de la sala. No me va a desconcentrar otra vez.

Cantan unos cuantos y de repente, me toca. Canto Creep, un temazo que tengo más que aprendido y que siempre me sale de lujo.

Siempre menos hoy. No ha habido manera, he estado ida toda la canción. Permanentemente a punto de llorar, fuera de tono, histérica. Fatal. Me vuelvo a sentar en mi sitio con la cabeza baja. Solo quiero salir de ahí.

- 4902, Natalia - llaman por el altavoz, pero nadie se dirige al escenario-.

Vuelven a repetir el mensaje pero Natalia no aparece.

Natalia

- ¿Y? ¿Estás dentro? - me pregunta Mikel mientras se lanza a abrazarme-.
- Me acabo de ir del casting - respondo sin mirarle-.
- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasa? - me coge la cara, preocupado, y me obliga a mirarle-.
- Que no te quiero, Mikel. Eso pasa - confieso, y las lágrimas comienzan a abrirse paso-. No siento lo mismo, no estoy enamorada de ti y no podía dejar pasar ni un segundo más sin decirlo.