チャプター08

855 98 36
                                    

¡Hyung! —Taehyung grita al teléfono —¡Hyung~!

¡Ya! —y recibe otro grito por respuesta—Todo lo que has dicho es “¡Hyung~! —agudiza su voz al decir lo último — ¡Y ya me tienes hasta la verga!

—Lo siento —Yoongi imagina el lindo puchero qué Taehyung esta haciendo del otro lado del teléfono y sin saber exactamente el por que, le entran unas tremendas ganas de ir hacia el y protegerlo. —Lo siento Seokjin hyung.

Ez pera khe

¿Seokjin?

—Si —asiente —Ah~, Seokjin-ah, ¿puedes venir por mi?, ¿si?, ¿si?, por fis~

Yoongi suspira.

No podía creer que Taehyung estuviera borracho a las tres de la madrugada y para acabarla de joder, había comenzado a nevar hace más de dos horas.

Taehyung, ¿tomaste alcohol?

—Noo~, ¿Como crees?

¿En donde estas?

—Mmmm, no se —Taehyung le sonrie al teléfono como pendejo. —Pero... hay árboles y mucha nieve en el piso.... ¡Oh, oh!, es cerca de la cafetería  que siempre está abierta, las veinte y cuatro horas del día hyung, es por ahí.

PUTA MADRE.

Eso esta re lejos.

Yoongi quiere ir y meterle unos cuantos putazos a Taehyung.

¿Qué hace ahí?

Oh... cerca de ahí venden alcohol.

¿Estas en el parque?

Mmm, si —responde mirando a su al rededor.

No te muevas de ahí.

¿Va a venir Seokjin hyung?

Si.

Y sin decir nada más, Yoongi termina la llamada, va por sus cosas y sale de su departamento.

Va tan rápido qué sin saber cuanto tiempo tardo en llegar a ese parque, se para en el pasto cubierto de nieve y mirá a su al rededor.

No ahí nadie.

O al menos eso parece.

Así que no le queda de otra más que gritar el nombre de su amigo el baboso.

Y mientras grita, camina por el parque, tratando de encontrarlo, cuando de repente, piza algo y escucha un quejido.

Mirá al suelo, y ve un bulto.

¿Que es eso?

Le da un leve golpe al bulto con su pie y otro quejido se escucha. Decide agacharse y quitar toda la nieve qué cubre a ese bulto misterioso.

Oh, dios.

¡Era el wey de Taehyung!

Taehyung lo mirá, y Yoongi lo mirá, también.

¡Deja de amarme! | TaeGi. Where stories live. Discover now