Capítulo 22

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Dan

Oh, sexy Castiel.

Los días fueron pasando con tranquilidad, tanta que inclusive Kiara y su nueva amiga no se acercaron a molestar, cosa que agradecía.

La época navideña por lo general no me emocionan mucho pero al ver a Cristal sonriendo a cada momento porque falta un día para nochebuena, hace que me contagie de su felicidad y aunque no lo quiero aceptar me siento celoso. Si estoy celoso porque soy consciente que gran parte de felicidad de mi novia se debe porque faltan pocas horas para volver a ver a su amigo, me tiene mareado con Castiel, ya lo veo hasta la sopa.

También soy consciente de lo ridículo que son mis celos pues como Cristal lo ha dicho varias veces su amigo es gay, ademas ella esta enamorada de mí, no lo ha dicho pero estoy seguro que me ama como yo a ella.

— ¿Tú crees que estos colores están bonitos? —cuestiona Cristal con el entrecejo fruncido y la cara llena de pintura.

—Sí, están bien —digo sin importancia. Estoy aburrido, hace dos horas que estamos en la sala de su casa haciendo un estúpido cartel de bienvenida para su estúpido amigo.

—Amor, no sólo tiene que estar bien, tiene que ser perfecto porque Castiel se lo merece —puntualiza y yo ruedo los ojos.

—Yo opino que no deberías hacerle nada, con darle un abrazo de bienvenida basta —le respondo, aunque la idea de Cristal abrazando a otro hombre que no sea yo, no me gusta para nada pero el tipo es gay así que lo puedo soportar.

—Sólo quiero hacerlo sentir bien, le debo tanto... —dice suspirando con un toque de melancolía que no descifro.

— ¿A qué te refieres? —pregunto confundido.

—Es decir que siempre ha sido buen amigo —me responde y vuelve a concentrarse en el cartel.

Las horas restantes de la tarde estuvimos terminando el dichoso cartel. Cuando se dan las siete, Cristal sube a cambiarse porque el vuelo de su amigo llega a las ocho. 

Así que minutos después estamos rumbo al aeropuerto.

Cuando llegamos los minutos pasan y Cristal cada vez se demuestra más ansiosa porque Castiel no llega, al parecer el vuelo se ha retrasado. 

Mi novia se para, se sienta, pone y saca su chaqueta, para ser sincero hasta yo me encuentro ansioso por su actitud, entiendo que es su mejor amigo pero no es para tanto, está al tope de la desesperación.

Cuando un grupo de personas sale por la puerta de llegada, Cristal se pone de pie.

—Ya sabes lo que tienes que hacer —dice y yo la fulmino con la mirada por lo que me obliga hacer.

—Está bien, pero esto te lo cobraré muy caro —amenazo guiñando un ojo, Cristal me prometió unos ricos besos por hacer el ridículo.

Camina en dirección donde las personas e inspecciona con la mirada cada pasajero, no puedo verla pero casi puedo asegurar que esta con el ceño fruncido porque en ese grupo tampoco se encuentra su amigo. Resignada se voltea a mí con una mueca en su boca y avanza en mi dirección pero antes de llegar se escucha una voz.

—Cristal West —la pelicastaña detiene su paso.

Mi novia voltea rápidamente y yo busco con la mirada al dueño de la voz y cuando lo veo no lo creo.

Todo este tiempo pensé que el amigo de Cristal era un muchacho más o menos de nuestra edad pero no. 

Le calculo más o menos treinta años de edad al hombre que abraza efusivamente a mi chica mientras yo sostengo  el cartel con estrellas y corazones que dice:

CORAZÓN DE CRISTAL{✔}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora