Capítulo 28

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Se siente bien que me ames.

— ¡Aún faltan tres horas! —Exclamo sonriente por enésima vez—Deja de decirme feliz cumpleaños.

—Lo sé, pero quiero ser el primero que te lo diga muchas veces —dice Dan sin quitar la vista de la carretera.

Hace veinte minutos que salimos de nuestra residencia y tengo la ligera sospecha de saber a dónde nos dirigimos.

Y lo confirmo en el preciso momento en que Dan se estaciona cerca de la playa que siempre visitamos.

— ¿Dan que hacemos aquí? —cuestiono al momento que me ofrece su mano para bajar del auto.

—Pues aquí vamos a cenar —me guiña un ojo y hace que me cuelgue de su brazo.

—No vi la pizza en el auto —le respondo confundida.

Dan me pidió que me vistiera para tener una cena formal, vaya sólo habría que ver como él va vestido con su traje y su camisa celeste con los tres primeros botones abiertos.

No me importaba en lo absoluto si sólo nos sentamos en la arena a comer pizza y bebemos refresco de cola. Me parece una cena perfecta, siempre y cuando Dan este conmigo.

—El menú de la cena, es una sorpresa —en su rostro se dibuja una gran sonrisa, de esas que me dejan claro que algo me está ocultando.

No les voy a mentir la situación me divierte, así que llegamos al muelle, colgada de su brazo empiezo a caminar por un par de minutos.

—Oh, Dios mío —susurro cuando llegamos al lugar.

Hay un camino con pétalos de rosas encima de una alfombra roja y en cada lado pequeñas velas gordas de color blanco dentro de unos recipientes de vidrios y al final de esta se encuentra puesta una mesa para cenar debajo de una carpa de madera y tela.

Esto realmente es hermoso, por inercia mis manos se van hasta mi boca de la impresión, pequeñas lágrimas de emoción se avecinan en mis ojos, Dan que se encuentra a mi lado es consciente de mi estado y rápidamente se planta delante de mí.

—No llores... —me dice y limpia con las yemas de sus dedos las pequeñas lágrimas que ruedan por mis mejillas—Esto lo hice para verte feliz.

—Son lágrimas de felicidad —contesto con obviedad.

Dan me acerca hasta él colocando sus manos en mi cintura y yo coloco las mías en su cuello.

—Quise que está noche sea especial —acerca su rostro y me da un fugaz beso en los labios—Por eso creo que es buena idea cenar aquí, en este lugar donde fue nuestra cita, en donde te bese por segunda vez.

No lo puedo soportar, lo quiero tanto que la única manera que tengo para demostrarlo es besándolo.

Acorto el espacio y hago que nuestros labios se unan, al principio lento y delicado pero cuando Dan muerde mi labio inferior me pierdo, dejo que su lengua invada mi boca y se toque con la mía. Mi chico me besa con urgencia y yo no me quedo atrás, no podría, no cuando sus manos acarician mi espalda desnuda debido al escote en ella, ni mucho menos al sentir el calor que emana su cuerpo junto al mío. Joder este beso me pone a latir mi corazón a mil por hora, pero todo baja de velocidad cuando alguien se aclara la garganta detrás de mi espalda.

Aún entre los brazos de Dan me giro para ver de quién se trata, es un muchacho que según mi novio se va a encargar de nuestros zapatos. Primero se los quita él y luego me ayuda con los míos.
Caminamos por encima de los pétalos de rosas hasta llegar a la mesa donde ya esta lista para la cena con toda la vajilla, cristalería y decorado con pequeñas velas por doquier.

CORAZÓN DE CRISTAL{✔}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora