Parte 9 La leyenda del Clan Everwhite

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Tras acabar el combate fuimos vagando por todo el complejo Blake, mi abuelo y yo, recibíamos saludos, y varios gestos de respeto, por todo el complejo esta acción se repetía hasta que llegamos a un patio de juegos, en ese patio de juegos se encontraban todos los niños del clan, desde pequeños de 4 años hasta no tan pequeños niños de 10 años, ellos jugaban tan animadamente y reían de una forma tan agradable que me calmaba, tras unos minutos de observar a los niños jugar la pelota de uno de los grupos de niños choco contra mi pie, yo la recogí buscando el dueño de dicha pelota, tras unos segundos una pequeña niña se acercó a mi corriendo.

-¿Disculpe, puede darme mi pelota?-Oí una voz desde mi espalda, así que me di la vuelta para después arrodillarme a la altura de la pequeña y entonces entregarle la pelota, cuando ella me vio una gran sonrisa se marcó en su rostro.

-Debes tener más cuidado la próxima vez, pequeña Amanda.-Le dije calmadamente a una de mis pequeñas primas, ella inmediatamente me dio un gran abrazo y les aviso a los demás niños quienes jugaban en el patio con un grito.

-¡El primo Mike volvió!-Y como si fuera la hora de la merienda, todos y cada uno de los niños y niñas que jugaban ahí se encontraban abrazando lo que podían de mí, algunos de mis primos más pequeños se colgaron de mis colas mientras que los demás me abrazaban y se amontonaban poco a poco hasta que todos y cada uno me estaban abrazando.

-Yo también los extrañé.-Les dije a todos y ellos me contestaron con una gran sonrisa, obviamente los más pequeños querían que jugase con ellos mientras que los más grandes del patio de juegos me pedían que los ayudase en el estilo Everwhite, estuve así unos pocos minutos hasta que vi a Blake hablar con Amanda, me acerque disimuladamente para escuchar la conversación, en uno de los diálogos escuche perfectamente a Blake preguntar algo.

-¿Qué es Mike para ustedes?

-Mike es nuestro primo, pero, creo que todos aquí lo vemos más como un hermano mayor, él siempre nos ha cuidado y protegido cuando estaba aquí, a algunos de aquí hasta les enseño a leer y demás cosas, todos aquí quieren mucho a Mike, todos lo vemos como un ejemplo a seguir además de ser nuestro héroe, gracias a él muchos queremos convertirnos en cazadores.-Amanda termino de contrale a Blake con una gran sonrisa, pude ver a Blake claramente asombrada, en ese momento salí de donde estaba para llamar a Amanda.

-Amanda, ya van a comenzar a jugar de nuevo, ¿Por qué no vas a jugar también?

-¡Claro, pero mañana debes jugar más con nosotros!-Ella me dijo mientras me estiraba su dedo meñique.

-Promételo con el meñique.-Ella me dijo con una mirada suplicante.

-Claro que lo hare, lo prometo por el meñique.-Le dije mientras enlazaba nuestros dedos y con una gran sonrisa Amanda se fue de ahí corriendo rumbo a los demás niños quienes se preparaban para iniciar a jugar nuevamente, yo miraba a todos los niños jugar muy alegremente con una grande sonrisa en su cara, al mismo tiempo que miraba a los padres con casi la misma expresión con la mía, entre toda la multitud por un pequeño momento, vi una escena, una escena que anhelaba que se hubiera cumplido, es escena era a mis padres, con la misma expresión, mirando a un niño peliblanco que estaba de espaldas jugando con otros niños.

Ese niño tenía una peculiaridad, esa peculiaridad era, sus nueve colas blancas ondeándose detrás de él, poco a poco el niño fue girándose para mostrar, a mí, el pequeño niño que jugaba con los demás era yo, esa era la situación, mis padres me miraban con tanto aprecio, ambos, que sin poder evitarlo derramé un minúscula lágrima, que por suerte ni mi abuelo ni Blake notaron.

-Muy bien, Blake, ¿Qué te parece si salimos a conocer al ciudad?-Pregunte con ánimos mejorados a Blake.

-¡Por supuesto! Desde que llegamos he querido ver la ciudad.-Ella contesto igual de animada que siempre.

Aura Divina: Mi misión en RemnantWhere stories live. Discover now