Enamorada del asesino.

57. Pelea de hermanos

Todos nos quedamos petrificados. ¿Que le bese?, ¿qué clase de castigo es ese?

-No me miréis así, ya le he dado todo tipo de castigos, excepto sexuales por supuesto -todos seguimos inmóviles-. Un beso la avergonzará y contar nuestro secreto hará que todos al fin sepáis por qué soy así con ella. Quitará mal entendidos.

-Pero Kyle, ¿ese no sería tu...? -habla Sean pero Kyle le interrumpe.

-No sigas. Da igual. Ann, ¿lo harás? ¿o prefieres que piense otro castigo? -le miro pensativa, ¿qué tipo de castigo...?- Pero solo quedan los vergonzosos.

Asiento. Y me acerco a él despacio. Después, le beso la mejilla.

-Bueno... -digo mirando a todos-. El secreto... Lleva mucho tiempo oculto, desde--

-No tan rápido, Ann -me interrumpe Kyle-. ¿Qué clase de beso es ese? Tiene que avergonzarte. Dame uno de verdad -habla serio pero el color de sus mejillas revela su estado actual-. Tú siempre me avergüenzas, así que avergüenzate tú también.

¿Lo está haciendo por venganza? Me giro hacia él y le cojo ambos lados de la cara. No puede ser que me haga hacer esto. Es demasiado. Me da muchísima vergüenza, además, si le doy un beso de ese tipo... Hunter seguramente...

Antes de que yo me decida a besarle, él pone los ojos en blanco y pega sus labios a los míos. Abro levemente la boca y él me sigue torpemente. Al terminar el beso, siento mis mejillas arder. Esto ha sido demasiado vergonzoso. Kyle tose con las mejillas completamente rojas.

-Bueno. Eso ha sido lo más raro que he hecho en mi vida -mira al suelo-. Ann, continúa con el resto del castigo.

Asiento y vuelvo a mirar a los chicos. Todos están mirando al suelo sin decir nada.

-Veréis, la primera vez que me reuní con Kyle fue cuando se creó este secreto -todos me miran atentos-. No íbamos a esconderlo, de hecho, os lo íbamos a decir pero... Thommy, ¿recuerdas cuando Hunter no paraba de interrumpirme y Kyle me pidió que no lo dijera? Ahí se convirtió en secreto -Thomas le da un codazo a Hunter y Sean le mira mal.

-Entonces... -habla Thomas-. ¿Tiene que ver con el trabajo? -asiento.

-Os mentí. Mi trabajo no era sólo ayudaros en vuestras misiones, cosa que aún no he hecho. Si no... Eh... -miro a Kyle en busca de ayuda y él se encoje de hombros-. ¡Ayúdame, no sé cómo decirlo!

-¿Tu trabajo es casarte con él? -pregunta Hunter con rabia en su voz. Yo niego frenéticamente con la cabeza-. Entonces deberías saber cómo decirlo. No te vamos a matar y a él tampoco.

Sean suspira y mira a su hermano buscando respuestas. Thomas se queda pensativo. Kyle me pasa un brazo por los hombros y me guiña un ojo.

-Está bien, yo lo diré esta vez -se aclara la garganta-. A partir de ahora, debéis tratarla como a mí. Es la segunda al mano, conmigo. Su trabajo es ayudarme a tomar decisiones e ir a las misiones conmigo o vosotros dependiendo del tipo de acción que se lleve a cabo. No podemos desperdiciar su talento -sonríe y todos se quedan mirándonos como si fuéramos monos de feria-. Si lo pensáis un poco, os daréis cuenta de que no miento.

-Pero Kyle -habla Sean-. ¿Cuándo has cogido tanta confianza con ella? A mí nunca me dejas enterarme de las cosas del trabajo si no es estrictamente necesario. Nunca me has pedido ayuda... Ni siquiera una vez -suspira.

Kyle me mira con pena y hace una mueca.

-Me gustaría hablar de esto a solas contigo -le dice a su hermano-. Pero debo decirlo ahora. No eres tú porque eres incompetente. La he elegido a ella por sus capacidades, nunca me equivoco en mis decisiones y esta no será una excepción.