VII

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—Unnie, apaga tu alarma.— Se quejó entre sueños la estudiante, acomodándose mejor junto al cuerpo de su profesora quien parecía estar despertando poco a poco debido al irritante sonido de su celular y a los escasos rayos de sol que atravesaban sus ventanas aún sin cortinas.

No... Vamos, tenemos que ir a la escuela.— Y en contra de su voluntad, Sunmi abrió los ojos encontrando a ChungHa acurrucada contra su pecho, como si fuese una bebé. —ChungHa, despierta.— Susurró con dulzura y empezó a mover de un lado a otro el cuerpo de su alumna hasta lograr despertarla.

—¿Por qué te despiertas tan temprano unnie?— Reclamó la estudiante tomando asiento sobre la cama mientras frotaba sus ojos con las palmas de sus manos.

—Porque soy responsable.— Sunmi bromeó saliendo de la cama para tomar su celular y apagar la tan odiosa alarma, más al ver aquella escena tan tierna que realizaba su alumna, no dudó ni un segundo de tomarle una foto en silencio. Sería un lindo recuerdo.

—Igual me parece excesivo despertar a las cinco de la mañana.— ChungHa salió de la cama pero se detuvo al notar que algo había cambiado en ella. Tenía puesto solo una polera y si mal no recordaba, se había quedado dormida con su disfraz puesto. —Eres una pervertida.— ChungHa le lanzó una almohada a su profesora, confundiendo a está por aquella reacción.

—¿Qué? ¿Ahora qué hice?— Sunmi imitó a su alumna regresando la almohada a esta con la misma fuerza.

—Me quitaste la ropa mientras estaba dormida.— ChungHa acusó a Sunmi, logrando que esta riera a carcajadas.

—Si, pero no la ropa interior, así que no soy una pervertida, solo quería que estés cómoda.— Explicó como su fuese lo más normal del mundo. —Pequeña mal agradecida— Reclamó en tono de burla, logrando que ChungHa le saque la lengua como una niña pequeña.

—Por cierto, ¿Mamá sabe que estoy aquí?— ChungHa cuestionó antes de ver salir a Sunmi de la habitación.

—Tu mamá me llamó en la noche preocupada, pero si, sabe que estás aquí y es más.— Sunmi tomó un pequeño maletín que se encontraba sobre su sofá para llevárselo a su estudiante. —Pasó por aquí dejando tu uniforme, era imposible sacarte de aquí, tienes el sueño muy pesado.—

ChungHa siguió a Sunmi tomando el maletín para luego revisar si estaban todas sus prendas.

—Gracias unnie.— La estudiante se acercó a Sunmi y estiró un poco su cuerpo para llegar a la mejilla de esta, dejando un beso en forma de agradecimiento.

Aquel acto logró provocar una mezcla de emociones dentro de Sunmi, quien inconsciente tocó el lugar dónde ChungHa la beso.

—¿Te gustó mi nuevo hogar?— Cuestionó la profesora minutos después de abandonar el departamento junto con su alumna pues se dirigían a la escuela.

—Es muy lindo, pero.— ChungHa dejó en suspenso a su profesora, aprovechando el momento para rodear el brazo de Sunmi con el suyo. —¿No te sentirás sola?—

—Para nada, si tengo una pequeña como tu a mi lado, no se siente tan vacío.— Respondió inconsciente de sus palabras, cosa que sorprendió a su alumna.

—¿En serio?— ChungHa saltaba internamente, su plan marchaba a la perfección. Tal vez no era tan mala como pensaba, tal vez estaba logrando conquistar a su profesora, pero después de conocer un poco más de su historia y sentimientos, lo principal era saber que se encontraba feliz.

—Qu..quiero decir, si me vas a ver... Si te invito a comer... O, bueno, eso.— Sunmi empezó a hablar con torpeza logrando sacar una risa por parte de su alumna. —Ademas de eso, prometiste acompañarme para visitar a mi familia.— Recordó a lo que ChungHa asintió temerosa.

100 días para enamorar a mi profesoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora