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—Bienvenidas a bordo, les habla su capitán Yubin, estaremos en la estación aproximadamente en veinte minutos, se les recomienda abrochar sus cinturones de seguridad y—

—¡Ya cállate Yubin y maneja!—

—Ya, ya, ya.— La morena encendió el auto empezando a manejar con el rostro de pocos amigos. —Por cierto, es un gusto conocerte por fin, Kim ChungHa.—

Sunmi sonrió al ver la interacción de su mejor amiga y ChungHa, quien miró confundida a su profesora.

—Oh, ¿me conoce?—

Claro, tu no me conoces pero yo si.— Yubin detuvo el auto en una luz roja y aprovechó para girar y ver a las dos mujeres. —Te vi en el hospital, además Sunmi no deja de hablar de ti.—

—Ah, creo que eso es mucha información.— Sunmi cubrió rápidamente los oídos de su alumna pero esta se negó y miró a su profesora con una sonrisa.

Narra Sunmi.

No me mires así, es demasiado vergonzoso, mataré a Yubin, en serio lo haré.

—Yah, tu solo conduce si llegamos tarde será tu culpa.—

ChungHa estaba en silencio pero no dejaba de sonreír, su rostro se veía cansado aún, tal vez seguía sintiéndose mal. Debería preguntar si esta bien, pero no quiero llamar la atención de Yubin porque sé que se distraerá y no, no pienso llegar tarde.

ChungHa miraba fijamente las calles, estaba en silencio y parecía muy concentrada en ver los autos pasar, así que con discreción piqué su brazo para llamar su atención.

—¿Te encuentras bien?—

ChungHa dio un salto, seguro la asusté, lo siento.

—Solo estoy un poco cansada.—

—En el tren puedes dormir, es un viaje algo corto pero luego tomaremos un bus a Iksan, ese viaje es un poco largo.—

Traté de reconfortarla, a cambio de eso ella sonrió y apoyó su cabeza sobre mi hombro. Vamos, no es la gran cosa Sunmi.

¿Entonces por qué me siento tan nerviosa? Llegaste a cambiar por completo mi vida, ChungHa.

Narrador.

Luego de un largo camino, Yubin logró llegar a tiempo a la estación y ayudó a su amiga con las maletas ya que ambas querían evitar que ChungHa haga esfuerzo alguno.

—Promete que la cuidarás.—

—Lo haré.—

—No dejes que se enferme o ya verás.—

—La cuidaré mucho Yubin-Ssi.—

—Eso espero ChungHa.—

—¿Es en serio?— Sunmi se unió a la pequeña conversación no sin antes golpear con suavidad el hombro de su amiga.

Estoy segura que ChungHa se cuidará mucho, tu eres el peligro aquí.— Señaló la morena, Sunmi se cruzó de brazos simulando estar enojada.

Sunmi estaba por protestar pero el sonido de los parlantes de la estación llamó la atención de las tres mujeres.

—Hacemos un llamado a los pasajeros con destino a Jeolla del Norte, abordar el tren que estaremos partiendo en cinco minutos.—

Era hora de marcharse, Yubin se despidió con un fuerte abrazo de su mejor amiga y de ChungHa, a quien llevó a un lado para poder hablar con ella como desde un principio deseaba.

100 días para enamorar a mi profesoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora