Suerte de Torreja en Navidad

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CAPITULO 2

SUERTE DE TORREJA EN NAVIDAD

Estoy en el aeropuerto llorando como bebé, mi mama y mis hermanas me abrazan y me piden que me cuide.

La semana se pasó volando, tuve que terminar de arreglar unos papeles para el viaje y alistar todo para la universidad. Estoy triste por dejar a mi familia pero también estoy emocionada por llegar a Argentina. Llaman por segunda vez para abordar al avión, me separo de mi familia y voy a hacer la fila, me despido de ellas desde lejos y avanzo hacia el avión. Argentina ahí te voy, o mejor dicho, Jorge Blanco ahí te voy.

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Ahora si, luego de un viaje de no sé cuántas horas, ¡llegué! Ya me siento un poco extraña y la gente habla justo como en la televisión. En mi llegada me reciben algunos representantes de la universidad, me dicen que me voy a quedar en un hotel por mientras me consiguen un apartamento donde quedarme. En ese momento recordé el edificio de los extranjeros de Violetta, ese en el que vive Jorge, ¿Qué tal si yo voy a vivir en el mismo edificio? Estaría con el todo el tiempo, lo miraría todos los días… creo que me daría un infarto.

Llego al hotel y me instalo en mi habitación. Le aviso a mi mamá y a mis amigas que llegué y por fin tengo tiempo para hacer lo mas importante del día, entrar a twitter, entro y… ¡no lo puedo creer! Yoyi retwitteo un tweet sobre el asistiendo a un evento. Creo que ahora que estoy cerca de él debería de prestarle atención a esos detalles, no es que yo me vaya a convertir en stalker o algo asi, solamente creo que es una información relevante.

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“Hablemos de una vez, yo te veo pero tú no ves, en esta historia todo está al revés” tarareo un poco mientras espero a que llenen mi inscripción en la universidad. Me entregan una hoja que tengo que llevar a registro, también me entregan un mapa para no perderme en el camino, este lugar es tan grande que me siento como una niñita perdida en un supermercado de un país desconocido. Bueno, creo que mi situación se parece mucho a esa. Como ando medio perdida, decido preguntarles a dos chicas que están sentadas en una banca.

-Hola, ¿saben dónde está registro?- Una de las chicas se levanta y me arrebata los papeles como si fueran de ella, me abraza y me da media vuelta. No sé porque pero esta chica no me agrada.

- Sí, ¿Ves ese edificio rojo de ahí?, ese es.-

- Ah, gracias.- trato de caminar hasta el edificio, pero la chica me detiene.

- Si queres, podemos acompañarte.-

-¿En serio? ¡Gracias!-

Empezamos a caminar y la chica habladora pues, no deja de hablar. ¿Les has pasado que a veces una persona les cae mal sin siquiera conocerla? Pues así me pasa con ella. Me parece extraño que las personas sean tan amables, siento que buscan otras cosas. A demás me molestan que se metan tanto en mi vida. La otra chica es muy tímida y no habla nada en todo el camino. Mientras que la otra chica ya se había enterado hasta de la comida que me habían dado en el avión, será metiche, o tal vez solo es un poco muy amable. El chiste es que no paraba de hablar, en un momento hizo una pausa y me animé a preguntarle algo a la otra chica, tal vez así me habla.

-Y ustedes ¿Cómo se llaman?- Sí, la chica lorito ya sabía mi nombre completo, pero yo no sabía el de ellas.

-Yo me llamo Laura y ella se llama Hilda- Genial, mi única oportunidad para escuchar a Hilda y ella no la deja hablar.- Aquí es registro, nosotras no tenemos que ir, ojala nos volvamos a ver.-

Conociendo a Jorge BlancoWhere stories live. Discover now