Prince Of France | Shawn Mendes

Capítulo 29: Déjame ser

Shawn

—Le petit déjeuner vous attend, jeune maître (El desayuno está servido, joven maestro) —llamó una criada.

Gruñí antes de acurrucarme más profundamente en las mantas.

No queria levantarme. Realmente quería dormir.

¿Tan temprano en una mañana como esta? Paso. Pero si no me despertaba, mi padre liberaría su ira sobre mí. Y no quería eso tan temprano.

Hablando de mi padre, me alegro de no haberlo encontrado cuando llegué anoche.

Pero eso no me importaba. Mi principal prioridad era hacerle el día a Iman. Ella se lo merecía incluso si estaba siendo realmente mala conmigo y dejaba en visto mis mensajes de texto.

Ella dice que sólo es mala porque soy "descarado"

Me reí. Ella es hilarante.

En realidad, me gustaba burlarme de ella. Y a veces era involuntario.

Terminé de ducharme y lavarme los dientes, luego me puse una camiseta negra y pantalones holgados. Mi madre no aprueba el estilo pero da igual.

—Bonjour à tous —dije cuando llegué a la mesa con el desayuno.

El dulce aroma de la comida llenó mi nariz. Estaba cansado como el infierno pero también tenía hambre.

—Quant a' vous (En cuanto a ti) —dijo mi madre reconociendo mi presencia.

Blake levantó una ceja y Aali me sonrió.

Bueeeeno.

Mi padre mantuvo una cara seria mientras me miraba.

Automáticamente pude sentir que algo andaba mal. Estaba comenzando a preguntarme qué hice esta vez.

—Je ai été informé de votre absense (Fui informado de tu ausencia por uno de los guardias) —oí una voz baja decir bastante molesto.

Sabía que me estaba hablando a mí. ¿De verdad quería hablar de esto ahora?

—Oui, je suis sorti. Ce ne était certainement pas un crime (Sí, salí. Seguramente no fue un crimen) —dije simplemente.

Sinceramente no quería discutir esto ahora. Solo quería comer, pero al parecer eso es mucho pedir.

Mi mamá se estaba poniendo muy molesta, pero se quedó en silencio. Blake estaba interesado y Aali no tenía ni idea.

Me miró fijamente. —Sigues desobedeciéndome.. —dijo.

Aparté mis ojos de él.

—Te he advertido innumerables veces que no veas a esa mujer —dijo golpeando su puño sobre la mesa haciendo que todos, excepto yo, salten.

—¿Manuel, cuál es el significado de todo esto? Esta tensión es innecesaria —murmuró mi madre.

—Karen, no interfieras —dijo mirándome.

—Padre, solo déjame hacer mi camino —dije entre cerrando los ojos.

Realmente amo a Iman y voy a seguir haciendo lo que estoy haciendo.

—¡Estás destruyendo tu nombre! –dijo con su voz resonante.

—Entonces que así sea —me detuve de pie.

Levantó las cejas con diversión.

—No puedes detenerme. Seguiré viéndola —dije mirándolo atentamente.