Prince Of France | Shawn Mendes

Capítulo 34: Desempacando

Iman

Durante el viaje a donde sea, noté lo tenso que estaba Shawn.

Estaba realmente callado, que no era algo propio de él en absoluto. Quiero decir que está tranquilo, pero no es tan tranquilo. Ni siquiera trató de hacer uno de sus chistes, o ser descarado, o incluso hacer un comentario sexual.

Algo estaba mal con él.

Incluso agarró el volante y cerró brevemente los ojos. Entonces puso una expresión triste.

Algo realmente lo estaba molestando.

Quería preguntarle a Shawn qué estaba mal, pero decidí no hacerlo. No quería molestarlo ni hacerlo sentir peor.

—Espero que te guste —dijo conduciendo hacia un área cerrada. Mis ojos casi salieron de sus cuencas.

—Creo que me va a encantar —dije manteniendo mis ojos pegados al entorno.

Había un par de árboles verde oscuro, pero la luz aún podía brillar en el área. Parecía haber un par de hectáreas y mi Dios, la mansión se veía muy hermosa. Tampoco estaba en un vecindario, estaba sola.

La casa era hermosa.

—¿Entonces este es tu.. lugar?

—Lo visito a veces.

Se detuvo en una puerta negra e ingresó un código de acceso o algo así, y las puertas se abrieron lentamente.

—Esto es realmente hermoso.. —dije mirando la casa. Estaba cubierta de piedra marrón de arriba a abajo y se veía muy cara.

—Sí. Como dije antes, no vengo aquí todo el tiempo, así que me conformé con algo más adecuado. No quiero que sea tan obvio que vengo aquí —dijo dando una vuelta y conduciendo hacia un garaje que comenzó a abrirse.

Un garaje muy grande podría añadir.

Aparcó el coche y corrió hacia el otro lado para abrirme.

—Eres un caballero —dije acariciando su mejilla.

Luego comenzó a girar su inexistente cabello largo.

—De todos modos, vamos a ocuparnos de estas bolsas —dijo.

Sacó una llave y abrió la puerta principal.

—Bonito lugar, en serio —dije mirando alrededor.

—El ama de llaves lo mantuvo limpio y agradable para mí —se rió entre dientes.

El suelo tenía baldosas de mármol, y arañas de oro colgaban del alto techo. Era tan espacioso y olía muy nuevo, podría decir.

—Iman, siempre estás fuera de lugar —se rió mientras subía las cortas escaleras en espiral.

Genial. Escaleras. ¿No tiene un ascensor o algo?

Mientras continuábamos por el pasillo, miré las muchas pinturas, decoraciones y pequeñas estatuas que había.

Era realmente impresionante. Su amor por el oro definitivamente se estaba mostrando tan bien como el azul real.

—Este es el dormitorio principal —dijo al abrir una puerta doble revelando una habitación espaciosa con alfombras blancas de lujo, una cama tamaño gigante con sábanas azules y otras decoraciones.

—Aquí es donde estarás durmiendo —dijo sonriendo.

Arrugé las cejas en confusión. —¿No es esta tu habitación?

—Sip.

—No es gracioso, Shawn —dije cruzándome de brazos.

—Bien, bien —se rió—. Te mostraré tu habitación —dijo conduciéndome por el pasillo.