-...............- El silencio prolongado empezó a tensar el ambiente, Hinata se preguntaba si realmente fue oportuno entrar en la habitación, el libro ilustrado en el piso y su hija con una expresión de sorpresa y preocupación decían que no, pero no por eso se dejaría sobre llevar, aun si la situación pareciera un poco confusa. Con calma Hinata se inclinó y tomo aquel libro sobre él piso y los sostuvo con curiosidad, ciertamente esa imagen que había quedado al descubierto era un poco intrigante y el título "El beso prohibido" lo hacían aun más, pero tal vez era el hecho de que su hija lo estubiera claramente ocultando lo que lo hacia por demás interesante. Himawari tenso su cuerpo a penas su madre toco el libro, un escalofrío recorria su espalda, no sabía que pasaría si su madre la viera emocionarse y apasionarse con ese tipo de historias, o que idea haria su madre de ella y lo que sientia, en el peor de los casos, la idea correcta.
Hinata sintió esa preocupación que abrumaba de poco a poco a su hija, la curiosidad de saber lo que alguien oculta era tentadora, solo tendría que ojear rápido la páginas y sus prodigioso ojos le contarían toda la historia, pero no. Hinata cerro las páginas de aquel libro, con delicadeza volvío a su usual expresión gentil y cariñosa que la caracterizaba, dirigió una sonrisa a su hija mientras estiraba su mano ofreciendo de vuelta el libro a la preocupada dueña de este. Himawari recibió el gesto con algo de sorpresa pero aún a sí, aliviada.
La joven tomo el libro con algo de timidez y lo coloco sobre sus muslos, a la vez que jiro levemente su cuello para evitar mirar directamente a su madre - Perdón por no haber escuchado que me llamabas Oka-san- Menciono casi susurrando con pena en su voz. La oji perla extrañada por esa reacción tomo asiento junto a su hija sobre la cama y dijo aun sonriendo.
-Hima-chan, no te disculpes seguro que estabas muy concentrada, a mi me suele suceder a veces, sabes incluso-
-Oka-san, ¿necesitas algo?- Pregunto en el mismo tono interrumpiendo a su madre. Hinata no pudo evitar sentir la negativa por parte de su hija, pero no quiso pensar en ello.
-Bueno, veras, pensaba que ha pasado un tiempo desde que hicimos algo solo las dos juntas, Boruto y tu padre probablemente tarden en volver, y pensaba que si no tenias planes por hoy podríamos salir a algún lado, ¿te gustaria Hima-chan?- Hinata aun con su buen humor y fe, alentaba a su hija a participar, pero Himawari no recibía si quiera la presencia de su madre de forma muy grata, pero no era enojo o rechazo lo que expresaba su actitud...... sino.
En la mente de la oji azul se armaba un debate feroz, la culpa que le carcomía y, el deseo de mantener el sueño que le brindaba tanta felicidad eran los protagonistas. Desde un principio ella sabía que lo que quería era imposible, pero, agradeció profundamente el equivocarse en ello, deseaba también equivocarse en lo que ella imagino seria ver a su madre otra vez a los ojos. Fuera de su deseo, de su amor que no debía ser, ella quería mucho a todos los miembros de su familia, y por nada del mundo ella les desearía ningún mal, ver dolor en ellos y menos aun ser ella la causa. Guardar tan bello secreto lleno de sentimientos para ella bien se convertiría en una oscuro engaño según los ojos del espectador, y ella lo sabía.
-¿Hima-chan?- Pregunto un poco preocupada la ojiperla esperando una respuesta que tardaba un poco en llegar.
La joven poco a poco intentaba desprenderse de aquel remordimiento voraz, dejando el rastro de culpa en una sonrisa que formaba con sus labios, volteo hacia su madre mientras sus parpados caían suavemente, preparada para responder una sencilla pregunta convertida en un acertijo más allá de su razón o moral.
-Claro, me encantaria Oka-san-
....................................
En la torre del Hokague
