32. Un "te quiero" en sueños

73.4K 6.1K 2.5K
                                    

Me alegro inmensamente por dentro, al escuchar la decisión de la profesora.

Bruno y Sam comienzan a gruñirse, mientras los profesores reparten los sobres a cada dúo. Brenda luce algo incómoda. Se aproxima dudosa, al profesor, y toma un sobre. Entonces se acerca a mí, y lo abre. Adentro se encuentra un trozo de cartulina color azul, con lo que parece ser nuestra primera pista.

Tomo la mochila que se ha preparado para cada pareja y reviso su contenido. Hay, entre otras cosas, una cuerda, un mapa y lo que parece ser un botiquín de primeros auxilios.

-Si te portas mal, al menos puedo dejarte atada en medio del monte -levanto la cuerda, bromeando para aligerar el ambiente, pues la noto bastante tensa.

Ella me muestra una mirada que finge molestia por mi comentario, sin embargo, está conteniendo las ganas de reír.

Las demás parejas comienzan a moverse rápidamente. Ella voltea a observarlas y luego lleva de nuevo la vista a mí.

-Tenemos que apurarnos si queremos ganar -afirma-. Si no lo hacemos, no te perdonaré.

Asiento, un poco divertido por su advertencia.

Tengo que esforzarme en esto.

-¿Cuál es la primera pista? -le consulto.

Ella acerca el papel al rostro y lee en voz alta, mientras comenzamos a movernos sin rumbo.

-"Largo y a veces extenso, corre ligero, siguiendo el sendero".

Nos miramos con expresión confundida.

Bajo la cabeza al mapa y comienzo a buscar algo que pueda darme una idea. El predio es inmenso. Lo primero que se vislumbra es el colosal monte. Fuera de éste, una pradera adornada a un lado por un largo arroyo.

Esperaba encontrar algunos ítems que indiquen los nombres de los lugares, sin embargo, solamente hay dibujos.

-No tengo idea -confieso.

Ella rueda los ojos.

-Para eso me ponen con un tonto -se queja-. ¿No ves que dice "corre ligero"? Es obvio que habla del arroyo.

Me saca el mapa de las manos y comienza a dirigirse hacia la zona indicada.

La sigo en silencio por unos momentos, hasta que vuelvo a hablar.

-Está bien, lamento ser un tonto -me disculpo falsamente-. A mí sí me agrada que me haya tocado contigo.

Ella pone en duda mi afirmación, al instante.

-¿Entonces por qué no me elegiste? -Me echa en cara-. Ah, claro. Estabas ocupado viendo a tu club de fans pelear por ti.

Me apresuro un poco más, hasta caminar a su lado.

-Todavía hay una vacante en el club, si quieres solicitar tu inscripción -le sigo el juego.

Suelta una risa graciosa.

-Eres un creído -se cruza de brazos, simulando enfado.

Últimamente, siento que mis bromas le molestan menos y le divierten más.

Llegamos al arroyo. Dos parejas más de compañeros se aproximan al mismo tiempo. Brenda y yo nos separamos para buscar nuestra cartulina azul. Afortunadamente, doy con ella en menos de dos minutos. Estaba escondida debajo de una piedra, a la orilla del mismo. La tomo entre mis dedos y alcanzo corriendo a mi compañera.

-¡Genial! -se pone muy contenta al verla.

Y yo adoro esa sonrisa.

Me dispongo a leer la siguiente pista.

Por culpa de un instante (Completa✔ y en físico 📚)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora