25. Marco

711 48 3
                                    

No tengo idea de qué diablos fue eso. Pero no niego que esta vez tengo miedo.

Aunque su figura me era conocida, no tengo idea de quién es ese monstruo que me acecha ahí afuera.

Puedo escuchar como aquél ser trata de ingresar en la cabaña raspando la puerta de la sala mientras suelta un grito espeluznante. Me mantengo alejado de la puerta y de las ventanas. En resumen; estoy escondido debajo de la cama en mi habitación. Debo mantenerme fuera de su vista ya que si no me falla la mente, esa cosa tratará de matarme.

No niego que estoy temblando. Aún no puedo morir. Soy demasiado joven.

Los raspones dejaron de escucharse por unos instantes. Daría por entendido que aquello se fue, cuando estoy por salir a rastras, un fuerte ruido de cristales esparciendose por el piso en la sala se escuchan. El temor me invade más de lo que imaginaba, como mi corazón se aceleraba.

Escucho pisadas ya que lo hace sobre los cristales. El horrible grito vuelve a escucharse que debo taparme las orejas para evitar escucharlas. Esto es peor que una película de terror. No imaginé que estaría en una situación como esta.

No puede llamar a emergencias ya que el miedo había opacado todo tipo de pensamiento que me hubiera servido para salvarme.

Tonto. Tonto. Mil veces tonto.

-Tom.

Me había dado la impresión de haber escuchado mi nombre. Su voz era rasposa y terroríficamente susurrada que por un momento pensé en cómo pasaba su lengua entre los dientes con la intensión de matarme. Esto me produjo más escalofrío.

Escuché el ruido que hace la manija cuando está entrando a mi habitación y una gota de sudor se resbala en el puente de mi nariz hasta llegar a la punta.

-¡Star! -pude escuchar a lo lejos. Dejó de mover la manija.

Un susurro pareció haber salido de su boca pero no pude escuchar qué era.
Star. ¿Star la rubia? ¿O mera coincidencia? No entiendo nada.

Sus pasos lejanos dan a entender que se va y sin pensarlo dos veces salgo del escondite con mis piernas flaqueando. Aún sigo con el temor de que esté ahí y no se haya ido.
Aunque segundos después escucho cosas cayéndose, se oye todo un estrépito del otro lado.

La curiosidad se presenta cual rayo y luego me atrevo a abrir la puerta. mi corazón se alivia cuando veo que no hay nadie, era un silencio sepulcral lo cual me intimidaba mas que nada, el susto que me llevé fue de infartaste.

Subo las escaleras debido con cuidado de no causar ningun escándalo.

Camino con prisa hasta llegar a la puerta del primer piso pero al poner mi mano sobre el picaporte un chico se presenta delante de mí, causando que salte debido a la sorpresa.

Sé de quién se trata, no obstante, elevo la mirada hasta chocar con sus ojos marrones que me miran con detenimiento. No refleja expresión alguna, ni su mirada que parece querer matarme.

-Lucitor-su voz hace que mis latidos se aceleren, me siento petrificado.

No pasa mucho hasta que me doy cuenta de que todavía sigo mirandolo y aparto la vista y trato de controlar mi respiración. Me siento estresado.

-Díaz ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?

Sonrío de lado tratando de disimular mi nerviosismo pero me doy cuenta tarde que mi sonrisa empieza a expandirse más de lo que quiero. Me es inevitable ocultarlo. Siento la presión acumularse en mi pecho.

-No es tiempo para pelear, Tom. De momento tenemos que sacarte de aquí antes de que sea demasiado tarde. -todos los nervios que sentía se esfumaron como el humo que se convirtió en ira. Él no tiene porqué ayudarme.

Eres Un Idiota (Starco) (Badboy)Where stories live. Discover now