Septiembre 8, 2008

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Hoy les estaba contando a unos amigos de aquella vez que fuimos al cine después de que saliste del hospital, recuperado. Como le arrojaste por accidente a una señora que estaba sentada enfrente de nosotros las palomitas, y como tu risa sonaba como melodía en toda la sala. Pero mis amigos no se rieron, sólo me miraron con seriedad y cada uno inventó una excusa para poder alejarse de la mesa en donde estábamos todos sentados comiendo. Solo quedó Isaac, nuestro mejor amigo en común, y sus palabras me hicieron sentir mareada.
''Ania, la anécdota que nos acabas de mencionar, todos estábamos ahí excepto el, ibas conmigo y con los demás de la facultad. Yo fui el que tiró las palomitas por accidente sobre esa señora y su esposo. ¿Te encuentras bien? ¿Qué te ha dicho el doctor en esta última consulta que tuviste?''

Cartas perdidas a un ángel Where stories live. Discover now