Capitulo 35

2.1K 113 2
                                    


-Que desalmado eres.

-Tal vez no puedo dar amor porque nunca lo recibí. ¿No crees?-dijo fríamente. Sus palabras retumbaron en mi cabeza.- Tu a pesar de que ahora no tienes padre, el te amó y mucho, ¿O no es así?-agregó. Se levantó de la cama y se sentó a mi lado.- No pretendas que cambie solo por ti porque eso no va a pasar.

-No quiero que pase, tu no me importas, no quiero volver a verte, déjame ir de aquí.-dije soplando mi nariz hacía adentro.- Solo quiero que me lleves de vuelta a mi casa donde solía vivir.

-Lali, no voy a hacer eso.

-¿Por qué no?

-Porque ahora eres mía.

-No, Peter yo no te pertenezco.-dije casi en un gritó.

-No se si recuerdas que te subastaron y yo fui el que te compré.

-Pero déjame ir. Por favor.

-No te prometo nada.-dijo secamente. Sequé mis lagrimas y lo miré fijamente, prendió el televisor y se acomodó mejor en el sillón.- ¿Qué? ¿Qué tanto miras?

-Aunque no quieras dejarme ir.-dije pensativa.- Puedes por lo menos... ¿Ser mas bueno conmigo?

-¿Bueno? ¿En que sentido?-hizo una sonrisa de lado.- Nunca comprendo tus palabras de adolescente alocada.

-Peter, bueno, es una persona que no le grita a los demás, que no te lastima, que no te trata mal. ¿Te suena?

-Anda bajando los humos pequeña.-dijo enfadado. Me quedé callada. Miró el televisor y luego de 5 minutos volvió su mirada a mi.- ¿No soy bueno?

-No.-respondí.

-¿Qué hice de malo?

-Me lastimas, emocionalmente y físicamente.-dije en un hilo de voz.

-¿Qué pretendes?-arqueó una ceja.- ¿Que ande a los abrazos y besos contigo? Ni lo sueñes.

-No pretendo eso, gracias.-dije en un tono indiferente.- Solo quiero que me respetes y no me grites.

-Tu eres la que grita.-dijo. Esto ya se tornaba una discusión.- Cada vez que me quedo callado o te soy indiferente me gritas.

-Me pones de los pelos.-dije en un gritó ahogado. Hizo una mueca.

-¿Lo ves?

-¿Y que?-alcé los hombros.- Tu eres bipolar.

-Nada que ver.-dijo frunciendo el ceño.

-¿Qué no? Vives dándome la mano y pidiéndome que me acueste contigo y a los 5 segundos estas enojado conmigo por estupideces.

-Infantil.

-Ñoño.

-Tonta.

-Estúpido.

-Miedosa.

-¿De que?-pregunté arqueando una ceja.- No digas bobadas Lanzani.

-¿De que? ¿Quieres saber de que?

-Cállate.

-No, no.-dijo divertido.- Tienes miedo de mi y de el.-dijo haciendo un gesto hacía abajo.

-No te pases.

-Tú lo provocaste.

-¿Qué cosa?

-Que mente sucia tienes Lali.-dijo en una risita.- Admite que por más que me odias o como sea, deseabas haberte acostado conmigo.-dijo.

-Ya, si, claro como quieras, sigue soñando con eso Pedro.

-No soñare mas, cuando nos casemos no tendré que solo alucinar contigo pidiendo mas, te tendré debajo de mis sabanas pidiendo por mi cuerpo, gritando mi nombre una y otra vez. Admítelo.

-Já, piensa lo que quieras, sueña lo que quieras.

-Créeme, luego de la luna de miel, lo único que sabrás decir será, "Oh Peter, Peter, no pares."-dijo haciendo una voz chillona.

-Me haces reír.-dije enojada. Sonrió.

-No quieres admitir que te acabas de mojar.-dijo a mi oído.

-Admite que nunca en tu vida una mujer te tuvo tan dominado como yo.-dije sensualmente.

Me plantó un beso haciendo que cayera debajo de el en el sillón.
-Vamos, veamos quien tiene el control.-dijo levantando mi remera.- Créeme, luego de esto, amaras tenerme cerca.

Continuará
10 votos y sigo
Se pone fuerte acá

Es una locura!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora