Capitulo 54 Maratón 1/5

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-Nina.-dijo sin que su sonrisa se esfumara.

-¿Y cómo entraste?-pregunté. Hizo una cara de fastidio y posó su mano sobre su cintura.

-¿Dónde esta Pedro?-preguntó. Largué una risa mientras mi rostro demostraba enojo y furia.

-No se encuentra en casa.-respondí.- ¿Cómo entraste?

-Disculpa nena.-su sonrisa se esfumó.- No estoy como para cuestionarios tuyos.

-Pues deberías estar para mis cuestionarios porque estas en mi casa.

-No, no, no.-movió su dedo de un lado al otro.- Esta es la casa de Pedro.

Crucé mis brazos y la miré amenazadoramente. Hizo mi mismo gesto y me sacó la lengua. ¡Que aniñada resulto ser! Sonreí con ironía y luego abrí la boca para echarla de casa.

-No es solo la casa de Peter.-dije.- También es mía. Es mi novio.-dije lento y claro. Largó un bufido.

-¿Eres Lali?-preguntó arqueando una ceja. Asentí sin bajar la guardia.

-¿Cuál es tu problema y de dónde sabes mi nombre?-pregunté rápido.

-Primero, no tengo ningún problema y estoy cansada porque acabo de llegar de España y segundo, se tu nombre porque Peter te ha nombrado una que otra vez.-largó al descuido.

Las llaves del otro lado de la puerta se hicieron sentir y ambas dirigimos nuestra mirada hacía allí. Siendo las once y media de la noche, Peter  atravesaba la puerta principal de la casa.

-Lali ya…-dejó de hablar cuando se dio cuenta de nuestra presencia.- llegué.-hizo una mueca al terminar su oración.

-¿Quién es esta?-pregunté a Peter. El sonrió y miró a Nina.

-¡Nina!-gritó con emoción, acto seguido, la abrazó.- ¿Cómo has estado?-preguntó aún en sus brazos.
Pintada, tal cual una pintura sobre la pared, con la diferencia que si hubiera sido una pintura de un cuadro, me hubieran apreciado. Los miré atónita y me dediqué a controlar mis notables celos. Mis ojos vagabundearon por la sala y me decidí por irme a dormir en vez de ver a estos dos abrazarse.

-Hey, Lali. ¿A dónde vas?-preguntó desde el pie de la escalera.

-A dormir.-respondí secamente y seguí mi paso hacía arriba.

-¿Ya se han conocido?-seguía hablándome a mí, porque me gritaba para que pudiera oírle.

-Si y créeme que no ha dado una buena impresión.-dijo la rubia como al descuido. Paré en seco y la fulminé con la mirada.- ¿Puedes creer me hizo un cuestionario?-le dijo a Peter, él alzó los hombros y brindó una leve carcajada.

-¿Por qué no te vas por donde has venido?-dije realmente enojada.- No se cómo rayos ha entrado y encima se atreve a tratarme mal en la casa de mi propio novio.-dije. Peter sonrió al escucharme, acto que colmó mi paciencia.

-Esta loca.-dijo Nina en una risotada.

-No digas eso.-le dijo Peter serio. Ella volvió a reír.

Hice caso omiso a eso y caminé hasta la habitación. Abrí la puerta y me introduje allí. Tomé mi pijama y pronto ya estaba por irme a dormir. Sentí las risas de Peter  y  Nina en el pasillo. Esa era una perra que iba a robármelo.

-¿Se puede?-preguntó Peter golpeando la puerta.

-Si, adelante.-dije de mala gana mientras me quitaba el maquillaje.

-¿Te has enojado?-preguntó desde la habitación. Lo miré por la puerta abierta del baño e hice como que no lo escuchaba.- Hey, Lali.

Continuará
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Quien será esta tal Nina?

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