Goodbye dream »S.M.

Epílogo

Perspectiva de Shawn

Apagué el auto y de inmediato Sianna bajó para ir a sacar a los gemelos de sus asientos, mientras yo bajaba a Cora, abrí la puerta encontrando a mi hija con una gran sonrisa y estirando sus brazos para que la cargara, tenía cuatro años pero no podía negarme a su petición, así que eso hice y cerré la puerta del carro para empezar a caminar a un lado de Sianna que llevaba empujando la carriola donde se encontraban Austin y Alexander emocionados observando todo a su alrededor.

Al llegar al salón le abrí la puerta a mi esposa para que entrara primero y yo después de ella, en cuanto la música infantil, los colores alegres y juegos se hicieron presentes Cora quiso bajarse de inmediato y cuando sus diminutos pies tocaron el suelo salió corriendo a jugar emocionada.
Seguimos caminando hasta llegar a la mesa principal la cual ya se encontraba perfectamente arreglada, todo el salón se encontraba a la perfección haciendo que mi sonrisa cada vez se enganchara más (si era posible).

—¿Y qué opinan? —preguntó Lena llegando a nuestro lado acompañada de su futuro esposo.

—Es grandioso, nadie pudo verlo hecho mejor que tú, Cora se desapareció desde que entramos, está encantada —respondió Sianna igual de emocionada que yo.

—Esa era la respuesta que esperaba —rió— , le tenía que encantar o si no me mataba.

Ella y su pareja se sentaron a nuestro lado para empezar una amena plática de diversas cosas, de vez en cuando miraba a mis hijos para ver cómo se encontraban entretenidos con un dulce que su mamá les había dado. Unos minutos después vi la puerta principal abrirse y a mis padres junto con mi hermana entrar, me levanté de un salto de la silla para salir casi corriendo a abrazarlos, llevaba bastante tiempo sin verlos por mi trabajo y las constantes salidas de la ciudad, así que verlos ahí en el cumpleaños de mi hija era lo mejor de todo.
Al llegar no lo pensé para nada e intenté abrazar a los tres al mismo tiempo, cosa que no funcionó por completo lo que hizo que riéramos y nos alejáramos para que pudiera saludar a uno por uno.

—Gracias por venir —dije abrazando a Aaliyah por los hombros y viendo a mis padres.

—Oye es la fiesta de nuestra nieta, teníamos que venir —habló mi papá sonriendo.

—Y de mi sobrina —completó Aaliyah para después empezar a ver todo el lugar— . Por cierto ¿dónde esta?

—Debe de encontrarse en el resbaladero, ahí la vi por última vez — reí y no esperó nada para soltarse de mi agarre e ir a buscar a Cora.

En cuanto me quedé a solas con mis papás empezamos a platicar un poco, para después irnos juntos a la mesa donde se encontraban los demás, en cuanto llegamos Sianna se levantó de inmediato a saludarlos demasiado alegre de verlos y volvió a tomar asiento pero a un lado de mi madre, por supuesto que mi papá decidió sentarse junto a sus esposa y yo a la mía, de esa manera todos platicábamos.
Horas después la charla se dividió, los papás de Sianna hablaban con los míos, las chicas se habían ido a ver algunas cosas del pastel y yo me quedé platicando con Nash y Hayes acerca de la boda ya que se encontraba a un mes. No podía creer que el pequeño Grier se iba a casar con la mejor amiga de mi esposa, luego de años de querer emparejarlos se habían hecho novios y estaban a casi nada de contraer matrimonio, todo era tan sorprendente.

Escuché la voz de una de las organizadoras diciendo que ya era hora de partir el pastel, así que me levanté y fui a donde se encontraba mi hija junto a su madre que se veía demasiado hermosa, en cuanto me coloqué detrás de la mesa a su lado no pude controlarme para nada y le di un rápido beso en los labios tomándola por sorpresa, ganando los gritos de nuestros amigos y que ella negara con la cabeza riéndose.
Teníamos que tomarnos una foto entre todos para tener un recuerdo más de ese grandioso día, así que Sianna se colocó a un lado de Cora y en sus brazos tenía cargando a Austin, yo estaba del otro lado con Alexander, miramos a la cámara y en un segundo la foto estaba hecha.

En cuanto todos los invitados tuvieron su rebanada de pastel, me quedé a solas con Sianna, abrazándola y observando todo lo que estaba ocurriendo.

—¿Te imaginaste esto alguna vez? —preguntó.

—¿Qué cosa? ¿Que íbamos a tener tres hijos e iba ser el hombre más feliz del mundo? —sonreí bajando la visita para ver sus hermosos ojos que ansiaban saber más— Jamás lo creí posible antes de conocerte.

F I N