Kion x Fuli un amor para siempre

CAP.22

Narra Kion:

Sabía lo que tenía que hacer, pero primero debía encontrar a Fuli. Despues de hablar con Rafiki, me dirigí a la guarida donde me encontre con la guardia y les pregunté si habian visto a Fuli... Me respondieron que la vieron correr hacia el desierto cerca de las cascadas hakuna matata.

No me encontraba muy preocupado por su salud, sabía que ella misma era bastante fuerte, lo suficiente para estar en un desierto, sin embargo, cuando la encontré estaba inconsciente, me acerque un poco y toqué su frente, estaba muy caliente, y con toda la razón, había estado en arena, a plena luz de la tarde sin ningún tipo de sombra o cuidado, y pensar que todo esto lo causé yo... Se me ocurrió llevarla al agua y ayudarla a despertar, conocía el riesgo: un buen zarpazo con garras en el rostro, pero mientras estuviese bien no me importaba. Pronto llegué con ella sobre mi espalda a un pequeño lago, donde esperé a que su temperatura bajase poco a poco, una vez que esto sucedió le mojé la cara un poco, ella despertó casi en el acto.

-khg...- se quejó ella mientras abría los ojos -¿que pasó?- preguntó sin dirigirse a nadie en especial.

-shh, tranquila ya estás mejor- le dije intentando calmarla, no quería que se esforzara demasiado, sin embargo apenas dije eso todo empezó a salir mal.

-¿¡tu que haces aqui!?- me gritó mientras se levantaba de golpe. Retrocedí en el momento, ella daba miedo cuando estaba enojada.

-solo te ayudé porque te habias desmallado en el desierto- le dije mientras intentaba calmarla en vano.

-yo estaba perfectamente bien ahí, solo estaba dormida- dijo ella mirándome mal. Pese a la situación no pude evitar contestar con sarcasmo.

-¿enserio? ¿entonces porque no te despertaste cuando te cargué?- le dije arqueando una ceja, luego me di cuenta de mi error.

-¿¡que hiciste que!?- dijo ella con lo que parecía ser un sonrojo. Decidí cambiar de tema, no era lo mas importante discutir sobre lo que hice.

-bien eso no importa solo queria decirte que vengas conmigo, te quiero enseñar un lugar- dije intentando convencerla.

-no iré- dijo ella segura de si, pero la conocía lo suficiente como para saber que algo había despertado su atención.

 -bien, no te obligaré, se que me odias y solo queria enseñarte algo pero bueno es tu decisión- le dije mientras daba media vuelta y me iba, fui detenido.

-¡espera!- gritó ella mientras levantaba la cabeza, la miré -mas te vale que no sea una broma- me dijo dispuesta a ir pero seria.

-no lo es, sígueme- le dije sonriendo levemente.

La guíe por el lugar, poco a poco hasta llegar al sitio que me había mostrado mi padre hace poco, ella se mostraba confundida, pero lo ocultaba casi perfectamente.

-bien es justo detrás de aquí- dije señalando una cascada, ella arqueó la ceja y retrocedió un par de pasos.

-ni pienses que voy a atravesar esta cascada- dijo ella gruñéndome un poco. 

-no vamos a hacer eso, confía en mi, solo sígueme- le dije antes de rodear por un pequeño pasadizo que daba a un camino oculto tras la cascada.

La conduje por un camino bastante obscuro, ya  era de noche y eso empeoraba las cosas, pero confió en mi, agradecí mentalmente por eso. Después de unos cuantos minutos,  llegamos al lugar, no podría describir el rostro de Fuli en esos momentos, solo se le veía feliz, y sorprendida.

-sorpresa Fuli- dije con una sonrisa, por fin estábamos en el lugar. Avanzamos poco a poco, descubriendo las cosas increíbles que ahí habían, llegamos a un lago de aguas cristalinas, era un bello lugar.