Capítulo 5

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El caso de hoy fue agotador, un divorcio en el que la esposa quería todo sin haber contribuido en nada, y obviamente quedarse con los hijos para que la pensión fuera más grande, el hombre estaba desesperado por ganar el caso ya que ella fue la infiel y aun así la ley la estaba favoreciendo.

Solo esperaba llegar a casa, comer la cena que Andrew preparara y tomar un baño caliente, mañana tendría que darle la noticia de que no aprobó los exámenes psicométricos para entrar a la policía, al parecer su antecedentes de problemas de ira y codependencia no lo hacen apto para manejar un arma de fuego, me siento tan egoísta por estar aliviado, fue el mejor en sus pruebas físicas pero no bastó para entrar, estará decepcionado y tal vez deprimido, y pensara que su regalo de cumpleaños es una compensación.

Todas las luces están encendidas, estacioné el auto frente a la puerta pues la motocicleta esta en el garaje, cuando entro a la casa no me recibe el olor de la comida, pero puedo escuchar unos débiles quejidos que viene de la habitación de Andrew e imagino lo peor así que tomo el arma que guardo en la caja de seguridad y me acerco lentamente a su cuarto que está con la puerta abierta.

Me llevo una sorpresa muy incómoda y desconcertante.

Andrew está desnudo con su trasero al aire jugando con su culo, gimiendo y retorciéndose de placer, su pálida piel esta perlada en sudor y es el espectáculo más hermoso y aterrador que pueda ver.

Bajo el arma y me quedo allí mirando apoyado contra el marco de la puerta, no me puedo mover, el movimiento de su mano mientras se da placer es hipnótico, puedo sentir mi pene engrosándose con el sonido de sus jadeos, pongo atención a cada detalle, su trasero redondeado, sus piernas torneadas y las venas de su mano.

Los sonidos son erráticos y se que esta cerca, quiero escucharlo llegar al clímax, es enfermo y retorcido, pero es mío y quiero ser testigo de todas sus experiencias, y es lo mas hermoso de ver, esta temblando y sus quejidos son eróticos, un último grito de placer y se derrumba, está agotado, saciado.

Es hermoso.

Hui a mi habitación antes de que notara mi presencia, me desvestí y entre a la ducha sin esperar que el agua se calentara, años tratando de reprimir mis deseos, antes porque era un chico frágil y asustadizo del que no podía tomar ventaja, cuando estuvo recuperado intenté salir con mujeres para sacármelo de la cabeza, pero después de que tuvo esa reacción las aleje por completo, ahora no puedo aprovecharme de su dependencia hacia mí, se a convertido en este atractivo hombre pero por dentro sigue siendo un niño, mi niño, mi hijo.

Fue la experiencia mas estimulante de mi vida, después de una ducha me sentía lleno de energía, prepararía la mejor cena para papá y después tendría mi regalo de cumpleaños.

Pero al entrar en el salón me di cuenta que la caja de seguridad estaba abierta, corrí a la puerta y allí estaba el auto de mi padre, miles de escenarios pasaron por mi mente, regresé a su reamara y mi padre estaba sentado en la cama sin camisa, mojado y el arma a un lado, se le veía confundido, devastado, ¿podría haber pasado una tragedia mientras yo estaba en mi habitación?

- Papá. ¿estás bien, pasó algo? ¿Por qué tienes el arma contigo?

Seguía viendo al frente sin ver nada, el siempre me mira cuando hablo para que sepa que se refiere a mí, aunque estemos en una habitación solo los dos, tengo que saber que me habla a mí, algo esta mal si no me quiere ver.

- Deberías cerrar la puerta de tu habitación cuando duermas.

No lo entendí, mi puerta estaba siempre abierta, nunca la cerraba, nunca.

Las Leyes del Amor 1Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz