Listo.

2.5K 190 117
                                    

Fue completamente fácil que Ouma cayera en la trampa, solamente necesitó una nota y una roca para que su amado creyera que todos lo odiaban. El peli-morado estaba dormido en la recámara, Saihara estaba en la sala tomando un café mientras pensaba, tan sencillo, bueno... Después de todo era Ouma, recordándolo cómo era en el juego hizo que Saihara riera un poco, ese Ouma jamás habría caído en su trama, de hecho; ni siquiera hubiera tenido la oportunidad de hablarle porque inmediatamente ya habría notado que mentía, ciertamente fue una "bendición" de Atua que él fuera el único en recordar lo que sucedió en esa simulación, hasta Tsumugi que era la mente maestra no le habían dejado sus recuerdos.

Saihara: Al menos fue una experiencia fascinante pero, ya toca pasar a una mucho mejor, y lo que más encantará es que aquí no serán muertes de ficción.

Saihara se levantó del sillón para después caminar hasta el cuarto mirando que Ouma seguía dormido, parecía un ángel lastimado, no sé arriesgaría a que los demás lo vieran así, nadie.

Se acostó junto a él y empezó a besar su mejilla, al principio eran besos tiernos pero no tardó en lamer su mejilla, Ouma ya estaba despierto pero no quería que Saihara se molestara si lo detenía, la sensación no era nada agradable pero tenía que aguantar.

(Mamá... Papá, vengan pronto, los necesito más que nunca... Al menos esta vez... No me dejen solo)

A Ouma se le salieron unas lágrimas al pensar eso, suspiró y se volteó para besar a Saihara, quizás eso al menos lo calmaría, si veía que no oponía resistencia no sería tan rudo o eso esperaba Ouma. Saihara le quitó lo único que traiga puesto que era su camiseta y empezó a morderlo por todas partes del pecho y estómago, parecía que se había olvidado que aún estaba herido, Ouma se tapó la boca aguantando los gritos, (aguantar hasta que vuelvan) lo repetía mientras Saihara mordía uno de sus pezones demasiado fuerte que hizo que Ouma gritara tan alto asustando un poco a Saihara.



Saihara: ¡L-lo siento! Me emocioné.

Ouma: S-sólo quería darte un beso...

Saihara: Eres muy tierno... Me encantas.


Saihara decidió tomarlo de las mejillas y besarlo dejando que su lengua entrara en la boca del peli-morado por un tiempo hasta que Ouma pareciera que se ahogara con la cantidad de saliva que el otro de baja en su boca, Saihara se separó y Ouma tosió, se acostó nuevamente mientras Saihara se ponía detrás de su espalda y lo abrazaba.

Ouma: Descansa...

Saihara: No lo necesito, con verte dormir es suficiente calma para mí.

Besó la oreja de Ouma mientras lo miraba fijamente hasta verlo dormido, estaba listo para mañana.

Engaño de amor.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz