Capitulo 2

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Capitulo 2

- ¿Qué? -  La mirada atonita de la rubia explicaba todo lo que pasaba por su cabeza en ese momento.

- Que nos casemos mi lady. Seria un beneficio para ambos. Lord Boloock dejaría de acosarla en cada acontecimiento al que acude, ya no seria el blanco de burlas por su solteria, y muchisimo menos por su edad. -  Dijo con tono decidido. Su mente repasaba la propuesta, las condiciones, las ventajas y las desventajas de este matrimonio. No seria un matrimonio feliz, ni uno con amor, porque su amor no valdría para ambos, pero ella estaba enamorada, era una enamorada inteligente, dentro de lo que cabe. - Dígame mi lady, ¿Es la propuesta mas beneficiosa que ha recibido a día de hoy?

- Si, pero también es la mas arriesgada. -  Pronunció. - ¿Usted que beneficios obtiene en esto?

- Preferiría guardarme ese tipo de detalles para mi.

Dejó de mirarlo a los ojos, y observó los bellos jardines que se alzaban imponentes.

- Déjeme pensarlo lord. Le aseguro que pronto tendrá mi respuesta. - Dio media vuelta, encontrándose nuevamente con sus orbes grises, paso por su lado y se retiró.

 ...

Ya había pasado una semana desde esa noche.

Dasha aun no respondía a la propuesta de Lord Van Ackermann. Toda la semana había estado dándole vuelta a todo lo que traía el matrimonio con él.

Sin duda alguna no sabía que responder. Su hermano mayor estaba intranquilo con sus actitudes esta última semana, y que decir de su otro hermano ¡Estaba loco! Sabia perfectamente que ambos se preocupaban muchísimo mas que su propio padre, sus sobrinos Alaric, Shaquelie y Aley estaban más inquietos que sus padres y con razón.

Esa tarde, como muchas tardes anteriores, la rubia pensaba, su cabeza daba mil y un vueltas, las palabras de Van Ackermann permanecían en su mente y por lo visto, no tenían intenciones de irse rápido.

Tres pequeños toquesitos en la puerta de la habitación la devolvieron a la realidad, se levantó  y al momento de abrir la puerta dos pequeñas cabecitas se abrazaron a su cuerpo.

- ¿Que hacen aquí? – Preguntó la rubia riendo por la fuerza que hacían los bracitos de los pequeños.

- Te extrañábamos tía, estabas triste, queríamos ver si estabas bien. – Dijo la pequeña Shaquelie de 4 años, que aún mantenía la cabeza en su abdomen.

- Estoy bien Shay, no te preocupes. – La joven sabia que le estaba mintiendo, pero aun no podia decirle a su sobrina de cuatro años que se iba a casar... o que más bien, aún no me decidía si hacerlo o no.

- Tita... - Su mirada se dirigió al pequeño Aley. - ¿No te olvidaras de nosotros nunca? - Sollozó sacando su pequeña cabecita de la amplia falda del vestido que portaba, dejándo ver sus llorosos ojitos azules.

- Jamás Aley, nunca podría olvidarme de ti, ni de Shay...- Dijo cuando se agachó para estar a su altura. Cuando vio por sobre su hombro, otros ojos azules, más fríos, serios y taciturnos y su copia en miniatura sonrió. – Mucho menos de Alaric. – El pequeño dio un paso al frente temeroso. – Ven aquí, únete al abrazo.

Hacía mucho tiempo que no tenía a sus tres sobrinos juntos, unidos a ella en un abrazo.

-Me alegra que estés bien tía Dash. – Dijo el mayor de sus sobrinos, Alaric.  El pequeño que era idéntico a su padre, a sus cortos 7 años de vida, era un niño que, si te hablaban de él, pensarías que es un adulto.

Miró sobre el hombro de su sobrino, y ahí estaba él, su hermano mayor Derek, con sus ojos azules fríos, serios, totalmente inexpresivos, se notaba que tenía algo que decirle, pues su postura tensa no decía otra cosa.

Dasha... Amor Por Conveniencia.Where stories live. Discover now