Tercera parte

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    Sin embargo todo cambio un 13 de noviembre era una mañana extremadamente fría todos en el aula titiritaban del frio y yo no era la excepción, la clase comenzó de manera normal, no todos le prestaban atención algunos reposaban su cabeza sobre los brazos, otros se limitaban a mirar por la ventana, mientras yo, yo miraba cada uno de sus detalles al hablar, la forma en la que pronunciaba ciertas palabras, se daba el lujo de decir que tenía un vocabulario muy extenso sin embargo tenia ciertas palabras que ya eran parte de él como para confirmar un hecho solía decir ''palabra'' o un ''de pronto'' ''porque no'' o su peculiar forma de pronunciar la letra ''P'', eran detalles que se les puede llamar mínimos incluso exagerados, a los que nadie le prestaba atención, sin embargo para mi eran sumamente importantes, lo hacían ver jodidamente tierno, más de una vez controle mis impulsos por correr y abrazarlo, me dedicaba a verlo de lejos a apreciar lo que nunca a mi lado tendría, a recriminar mi cobardía, simplemente me sentía estúpida, enamorada de un hombre casado el cual tenía una vida casi hecha y yo, simplemente una chica de escasos 16 años, llena de inseguridades, inmadura y demás defectos que a esa edad se pueden encontrar.
-El grupito de atrás se separa- Indico Jesús enojado, a medida que volteaba bruscamente del pizarrón – Y Victoria- Me apunto con el dedo –La espero en mi oficina –Hizo una corta pausa tratando de encontrar las palabras –Su mal comportamiento en clases pasadas no es algo que se pueda pasar por alto.
En escasos minutos la clase se acabo, tome mis cosas con fastidio mientras camina a una distancia prudente detrás de él. Mis compañeros reían un poco ante la humillación pública, pero mis amigos eran peor; Me guiñaron un ojo y sonreían cómplices entre ellos.
-Por lo menos estarás con tu amado profesor- Susurro Natalia en mi odio con un exagerado tono seductor mientras se alejaba con una sonrisa burlona.
Me pasaron mis ideas por la cabeza y la peor de todas resonaba ''se esta decepcionando de ti'' aunque a ciencia cierta no sabía cuál era mi mal comportamiento, he actuado de la misma forma desde la vez que lo vi besarse con su esposa y eso fue aproximadamente hace 3 semanas distante, pero cumplida y con todos mis trabajos en orden.
Al momento de llegar igual me mantuve lejos debajo de la sombra de un árbol, me mantenía ansiosa, saco la llave y con agilidad la puerta se abrió.
-Pasa y toma asiento- Se movió a un lado esperando a que entrara como todo un caballero.
Entre al lugar, era una oficina amplia, con títulos colocados en las paredes, un sillón en una esquina y en primer lugar un escritorio de madera, los colores iban a juego, blanco y sutiles colores grises. Escuche la puerta cerrar por detrás y como así mismo colocaba el seguro, tome asiento mientras él se dirigía a dejar su mochila en unos de los estantes, todo lo visualizaba, ninguno de los dos hablaba, el silencio reinaba me limitaba a mirarlo de reojo, tratando de evadir su miraba, para ser sincera me sentía nerviosa, un sudor frio recorría mi espalda, las manos me temblaban y mi corazón parecía salir de su lugar.

Mi nueva tentaciónWhere stories live. Discover now