2. Bipolaridad

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—No sé qué decir ¿sabes? nunca pensé que mi noche terminaría así, sentado en un bar con una bella chica. —Me sonríe

Este tipo es tan asqueroso, no puedo creer que lo haga solo por una noticia en exclusiva, pero si esto sale como yo quiero, todo valdrá la pena, cenar con un oficial y haber viajado en patrulla hasta este bar de pordioseros, obviamente no frecuento lugares como este, pero me sigo repitiendo a mi misma que valdra la pena. 

—Sabes creo que solo soy yo el que está presente en esta mesa —su alegación me saca de mis pensamientos —Así que tendré que preguntar ¿Porque aceptaste a venir conmigo? ¿Qué es lo que realmente quieres?

Vaya, después de todo no es tan estupido.

—¿Porque piensas que quiero algo en especial? —Acaba de descubrirme y tendré que recurrir a mi plan b. De una manera coqueta le ofrezco más vino, pero solo me observa deliberadamente.

—Eres demasiado linda como estar aquí conmigo un viernes por la noche, cuando podrías ir con tus múltiples admiradores, así que suéltalo ¿Qué es lo que quieres saber?

Ahora entiendo porque es oficial, al menos en la academia de policías enseñan algo y no solo es un lugar para vestir mal y que te salgan ampollas en los pies —Bien, seré honesta Noah yo solo...

—Es Noel — me corrige al tiempo que le da un sorbo a su whisky. En mi defensa nunca escuche su nombre. Bueno siendo honesta no escuche nada de lo que dijo en el auto, solo podia pensar en que ningun paparazzi me fuese a pillar en este auto.

—Admito que de ninguna otra manera aceptaría salir contigo —digo sincera y me ve serio —si no fuera porque necesito información sobre lo que paso hace un par de horas en la calle Rodeo Drive. Así que si tú tienes algo que pueda ayudarme te lo agradecería demasiado.

Minutos pasaron antes de que añada: —Claro que tengo información acerca de eso, de hecho, tengo un informe muy corto en la patrulla, al menos lo que mi compañera pudo compartir acerca del caso, después de que nos fuimos.

—Bien pues la necesito, así que si no te imporía dármela... —añado rápidamente. No quiero estar más tiempo aquí, ni muchos menos desperdiciar mi viernes en la noche con un oficial.

—Pues mira cariño así están las cosas —me mira con malicia —a menos que quieras otra copa de vino, no puedo ayudarte con lo que quieres.

—Todo esto es porque te engañe al salir contigo —espeto de una manera brusca y algo violenta.

—Esto no es así, simplemente es información de la policía, digamos que es algo confidencial.

¿Confidencial? Pero de que habla, no le estoy pidiendo que me entregue la dirección del cuarto de armas de los Estados Unidos. —Sabes tienes razón no es nada de lo que yo pueda saber, cómo dijiste es cosa de oficiales —le digo al tiempo que me levanto de la mesa y tomo mi bolso.

—Me alegra que lo entiendas linda —dice con una sonrisa.

—Oh claro, yo entiendo esta situación, los oficiales siempre andan demasiado ocupados consiguiendo citas de viernes por la noche con reporteras del clima como para cumplir con su trabajo. Creo que eso no le será de difícil comprensión al jefe de policía de Los Ángeles ¿oh sí? —simplemente me alejo con mi perfecta sonrisa a paso seguro dejando a un anonadado policía ahí.

Sería una lástima que el oficial se quedara en un bar sin efectivo —Ah sí, el muy idiota no se dio cuenta cuando tome su billetera. Retiro lo que dije, la academia de policías solo es un lugar para vestir mal.

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Cuando tome su billetera y llaves de la patrulla no creí que tuviera tan mal gusto. Cuero sintético, no hay nada peor, pero en fin, ese idiota merece quedarse ahí. Conmigo nadie se mete. Debo moverme rápido en abrir este maldito auto es tan asqueroso, huele a salchichas como pude viajar en este auto por doce minutos. Después de varios minutos doy con lo que buscaba, una carpeta color caqui esta en la guantera y como aseguro el inepto ese no hay mucha información aquí.

TU ERES MI DELITOWhere stories live. Discover now