Alexandra Hutton, asistente de una abogada importante nunca se imaginó que conocería a nada más y nada menos que a Alex Turner y él jamás imaginó que una chica promedio le daría un giro de 180 grados a su vida. ¿Qué más puede pasar cuando dos perso...
Es la segunda vez en menos de tres semanas que tengo que irme de viaje, pero esta vez es diferente, estoy un poco asustada porque es la primera vez que tengo que viajar fuera del país sola.
Hablé mucho con mis padres acerca de esto hasta que finalmente, a duras penas, accedieron. Les asusta el hecho de que esté sola en un país desconocido pero bueno, sé que me las voy a arreglar. Respecto al tema de Turner, es cosa del pasado. Caí en la cuenta que era una estupidez infantil así que ya no me afecta en lo absoluto.
Nuevamente dejé a Arwen al cuidado de Andrea, sólo que esta vez bajo la condición de traerle un recuerdo de Londres, así que aquí vamos, de camino a una nueva aventura.
Nielsen me explicó la situación. Tuvo una emergencia familiar y por lo tanto no podrá ir, ya había hecho la reservación del vuelo y la habitación del hotel, por ese motivo me enviará a mí. Estaré de dos a tres semanas en Inglaterra, todo dependerá de la disposición de la disquera a negociar... y de la disposición que Alex tenga para aceptar cualquier trato decente. Espero que sea lo más pronto posible porque si realmente tardo las tres semanas en esta negociación, pasaré navidad sin la compañía de mi familia, sería la primera vez en la vida que me ocurriría algo así y realmente no lo quiero.
Se supone que debo ver a Alex a las 6:30 de la tarde en el restaurante del hotel en el que me hospedaré, debemos detallar más a fondo ciertos puntos del contrato para que al día siguiente podamos ir de lleno a tratar los asuntos del contrato a Domino Records.
Me hospedaré en el Hotel Baglioni, ubicado en 60 Hyde Park Gate, Kensington, Londres SW7 5BB, Reino Unido, lo busqué por internet y me ha parecido un total encanto.
Bien, aquí vamos. Estoy entrando al aeropuerto con mis dos maletas con ropa para dos semanas; dirigiéndome a la sala de espera del vuelo 332 de American Airlines con destino a Londres. Son seis horas, prácticamente lo mismo que duró mi vuelo anterior. Sólo que con la presión de que esta vez viajo al extranjero, prácticamente a otro continente.
Espero unos cuantos minutos y es hora de abordar. Rápidamente le mando un mensaje a mis padres y a Andrea, quien no pudo venir a acompañarme porque tenía que ir a trabajar. Me dijeron que intente mantenerlos lo más informados posible.
Una vez despegado el avión miro por la ventanilla cómo la gran manzana se va haciendo cada vez más pequeñita hasta desaparecer en las nubes.
Me pongo a escuchar música mientras leo por décima vez "El Señor de los anillos" de J.R.R. Tolkien. Es mi libro favorito y siempre que no sé que leer, lo re-leo.
Transcurren unas horas y el piloto anuncia que estamos en territorio Inglés, exactamente sobrevolando la ciudad de Londres, aproximadamente a 5 minutos de aterrizar en el Aeropuerto de la Ciudad de Londres. Es cuando dejo de leer y miro por la ventana.
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¡Estoy emocionada! Se que no vine para hacer turismo por la ciudad pero estaré dos semanas, posiblemente tres, así que ¿por qué no?
Puedo ver el río Támesis atravesando la ciudad, el "London Eye"... ¡Dios, esto debe ser un maldito sueño!
