XVI. Despertando junto a Alex.

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Despierto sin abrir los ojos gracias a la sensación de que alguien acaricia mi cabello. Siento el penetrante pero placentero olor de perfume de hombre. Tomo conciencia de todas la sensaciones que rodean mi cuerpo, estoy acostada en el pecho de alguien, estamos desnudos y lo se porque puedo sentir el calor de su cuerpo contra el mío y las sábanas rozando mi piel desnuda. Abro lentamente mis ojos y lo primero que veo es el pecho de Alex, levanto ligeramente la cara y lo miro.

-Buenos días, dormilona.- Me dice con su voz aún ronca y su sensual acento británico.

-Buenos días Alex.- Digo sonriendo.

Trato de actuar calmada, como si nada de anoche hubiera sucedido, no lo voy a negarle lo que ocurrió pero tampoco actuaré como si estuviera arrepentida porque no lo estoy. Ahora es oficial, me acosté con Alex Turner, uno de los clientes de mi jefa y una de las cosas que dije que no pasarían. No imaginé despertar con él, en su casa, en su alcoba después de tener relaciones.

-¿Qué te pareció lo de anoche, linda?- 

-Hmmm, no estuvo mal.- 

No quiero darle el placer de halagar sus habilidades en la cama así que actúo indiferente.

 Me siento en la cama jalando un poco de la sábana para cubrir mis pechos en una especie de vestido improvisado, me recuesto de lado, sobre mi flanco derecho, recargando mi cabeza con mi brazo derecho. Él sigue recostado boca arriba.

-¡Tú, por Dios, estuviste increíble!-

-Ya sé- Le guiño el ojo derecho.

Él adopta la misma posición que yo, sólo que su pecho está totalmente desnudo

-Mira, no es el orden en que me hubiera gustado en que sucedieran las cosas pero quiero que sepas que realmente estoy enamorado de ti, Aly. Desde que caímos en la oficina de Nielsen no pude dejar de pensar en ti, se que puede sonar un cliché pero en lo único que pensé a partir de ese día era qué podía hacer para estar cerca de tí y sí, me siento patético haciendo esto, quiero decir, mírame, soy un hombre de 32 años temblando como un adolescente ante ti. Tienes algo, no sabría decir qué, que hace que sólo quiera más y más de ti.- 

-Wow, Alexander Turner me acaba de declarar su amor... el sueño de toda chica adolescente.- Digo con tono burlón.

El cantante se acerca a mí y acaricia mi rostro.

-Estoy siendo sincero, Aly.-

Lo miro fijamente, contemplo su rostro una vez más con la habitación a medio iluminar gracias a los pocos rayos de luz solar que se cuelan por los lados de las persianas de las ventanas.

-¿Y eso cómo lo sé?- 

No puedo negar que Alex ha sido maravilloso todos estos días en que hemos estado juntos, pero no quiero ser una más de sus aventuras, no quiero decir que si quiere estar conmigo se tendrá que casar conmigo y tener diez hijos pero al menos quiero tener la certeza de que las cosas van en una manera seria y adulta. No pienso que esté mal que disfrute plenamente de su sexualidad, es más, todos deberían hacerlo pero no a costa de los sentimientos de las otras personas.

Odio admitirlo pero creo que me estoy enamorando de él. Anoche fue fantástico y él siempre se ha comportado de buena manera conmigo. Estoy empezando a sentir cosas por alguien después de un largo tiempo y no quiero que él lo arruine.

-Porque haré lo que sea para demostrártelo.-

Me acerco más a él, el cantante se acuesta de nuevo y yo recargo mi pecho sobre el suyo, quedando los dos cara a cara. La sábana se ha corrido y deja destapada mi espalda baja, Alex la acaricia con su mano izquierda.

Whatever people say I am, that's what I'm notDonde viven las historias. Descúbrelo ahora