Capítulo 09

478 59 13
                                    

Luces tenues, dolor y más dolor, algo inmóvil y poco a poco recuperando la motricidad de ciertas partes de mi cuerpo.

Veo, y algo borroso a una persona, o más bien a un doctor, de espaldas, concentrado en ciertas cosas.

Voy despertando de lo que parecían años dormida, no sé exactamente cuanto tiempo ha pasado pero yo lo sentía así. Y ahí voy, porque me siento tan débil como para mantenerme despierta. Necesito ayuda.

Lo ultimo que recuerdo fue que hace tiempo o quizás hace poco tiempo, es que de la nada me dió mucho sueño, yo trataba de lidiar con algo que me frustraba y..

¡Maldición! Otra punzada en mi cabeza, que me dolía más que toda mi complexión completa. Pero decido callar, guardarme mi dolor porque no quería que volvieran a dormirme a fuerzas.

Lo que sí recuerdo es que al momento de rebuscar en mis recuerdos algo, mi mente hacía hasta lo imposible para impedirlo, enviándome estos fuertes dolores de cabeza.

Pero lo tenía que hacer. Aunque me asustara recordar.

Mi nombre es Anahí. Sólo Anahí.

Entre sueños y más, creí haber recordado mi edad.

22 años. Fecha exacta de cuándo nací no había.

Y no estaba segura. Fue simplemente un sueño, que me hacía creer que en esa dimensión tenía esa edad. Fue casi un sueño en blanco. Sólo eso recordaba.

No entiendo, no recuerdo nada.

No entiendo porque mis padres no están a mi lado y estoy aquí sola en esta cama de hospital. Pero tampoco sé si tengo padres.

Llorar. Es lo único que puedo y sé hacer ahora.

Llamo la atención de mi doctor que antes estaba de espaldas. Mi ¿doctor? y también la persona que estaba conmigo cuando desperté.

Se acerca a mi lado y limpia de mi rostro las lagrimas que he derramado.

No puedo recordar quién es y me siento apenada de olvidarme de la única persona que ha visto por mí. No sé ni porqué lo hace, pero sólo espero que no se canse de mí.

Aún no entiendo porque está vestido como un doctor. Seguramente trabaja aquí.

—¿Ya pudiste descifrar lo que estoy pensando Anahí? —pregunta y ríe. Me doy cuenta que me le he quedado viendo todo este tiempo. —¿Cómo te sientes? —saca una planilla y un bolígrafo.

—Cansada. —digo lo que siento. Aún sigo mirándolo, buscando algo, algo que me pudiera ayudar a recordar que papel hacía él en mi vida.

Ni siquiera puedo recordar su nombre. A decir verdad nunca me lo dijo.

—Es normal. Tienes la suerte de descansar todo lo que quieras por un rato —dice con voz animada. Algo que a mi no me gustaría.

¿Cuánto tiempo duraría ese "rato" que tengo de descanso? No me imagino un mes atrapada aquí y mucho menos toda una vida en una silla de ruedas.

El accidente. Tuve un fuerte accidente y una de mis piernas estaba rota o esguinzada y no la sentía. De verdad no se si sea tan fuerte para soportar que me digan que tengo que pasar la vida entera en alguna silla porque mi accidente haya traído secuelas.

Estaba más tranquila y sabía que hablar me haría sentir mucho mejor. Ya no me alteraría, pero primero en lugar de mí, tenía que saber acerca de la persona que ha estado a mi lado cada que despierto.

No se si sea coincidencia o qué, pero es algo de lo que quiero agradecerle a ese chico/doctor misterioso.

—Me llamo Anahí —me presento. Sé que es la segunda vez que lo hago, sólo quiero que él también se presente.

Borrar De La Memoria.Where stories live. Discover now