Cuentos cortos

Locura, justicia y libertad.

La sociedad es corrupta porque el humano lo es, el humano a corrompido a la sociedad, y la sociedad finalmente corrompe al humano, ¿algo complejo?, simplificarlo es mejor: la sociedad se encuentra conformada por humanos, tanto hombres como mujeres, cuando los componentes de esta sociedad se corrompe, inevitablemente el conjunto se oscurecerá, eso es algo inevitable; a su vez, si un humano o individuo, se cría y desarrolla dentro de una sociedad enferma, el resultado final será otro eslabón manchado. Este es el orden natural de las cosas, lo que muchos llaman el ciclo, algo inevitable en su gran mayoría.

En un momento dado, el humano dentro de lo que su corrompida cordura le permitió, comenzó a crear una serie de normas y reglas, ¿para qué?, para sentir que su propio podrido ser era el “puro”, y que siempre habría alguien peor que el mismo, alguien que rompiese las reglas. De este modo, llegamos a adquirir reglamentos, las normas, derechos y leyes. Todo esto obligado a ser cumplido, y de no ser así, es que entra en acto la autoridad y la justicia.

Es irónico pensar muchas veces que aquel que roba una mitad de pan para alimentar a su estomago, es juzgado del mismo modo que aquel que roba el pan que podría ser para el hambriento, incluso, no está de más decir que el que robo por hambre será juzgado con mayor fuerza que aquel que provoco su apetito. ¿Pero qué se puede decir?, así es la justicia.

A pesar de todos estos puntos negativos que se pueden destacar de una sociedad civilizada, también existen puntos positivos, como lo es la paz relativa que pueden otorgar las leyes y que gracias a ellas algunos paguen. ¿Bastante contradictorio no crees?, por eso es que se puede decir que todo es un arma de doble filo, y que ni en tu sombra puedes confiar, después de todo eres humano, y estas criado dentro de una sociedad corrupta, por lo que estas tan manchado como todos los demás, aunque no lo quieras admitir, pero ¿he dicho que el estar manchado es algo negativo?, no y he ahí el truco.

Ahora quiero que pienses esto, si un hombre de una sociedad marchita es quien escribió las reglas, quien las rompe, ¿será realmente el equivocado?, no quiero que respondas por ahora, solamente quiero que lo pienses y analices con mucho detenimiento, porque todo fue creado por un alguien con anterioridad, quien tenía sus propios conceptos, ¿Quién nos asegura que estaba en lo correcto?, ¿el bien es realmente eso, y el mal es verdaderamente malo?, no lo sabes, porque tú, al igual que todos, simplemente llegaste y acogiste todo esto. Sí, me puedes decir que has criticado muchas veces a la ley y a la sociedad, igual que a la humanidad, pero te recuerdo que sigues siendo parte de ella.

Recuerda pensar bien antes de actuar, porque el blanco puede no ser blanco, y el negro no ser negro, así mismo como lo que hoy te protege mañana puede no hacerlo, y ese día yo estaré esperando por ti.

Te debes estar preguntando a estas alturas quien soy, y como dice el dicho la curiosidad mato al gato, y el día en el que me conozcas, estará muerto y solo quedare yo. No te confundas pensando que es un “no te diré quién soy, porque no quiero que tu curiosidad tu destruya”, todo lo contrario, es lo que más deseo, no sabes cuantas veces he esperado por ti, pero tú te empeñas en ignorarme. Yo soy tu, pero tú no eres yo, o por lo menos no por ahora.

Soy la locura, tu locura, y el día en el que todo se ponga en tu contra, he incluso tu propia sombra te ataque por la espalda, esa día, yo seré lo único que quede para estar a tu lado, y te entregare algo que nadie más puede. Libertad.

Recuérdalo, siempre esperare a que me llames, soy paciente, y en algún momento acudirás a mí como al alimento.