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Ese día es su cumpleaños. Para celebrarlo le dejaron salir ese día a dar un paseo en el centro de la ciudad (con compañía, claro). Kim Taehyung se mostraba realmente emocionado con cada cosa que veía, la más mínima lo hacía sonreír.
— ¡Quiero uno! —saltó emocionado, como un niño pequeño al ver un peluche muy extraño.
—Pero hijo, ya tienes uno... —su madre le acarició su mano para que comenzaran a caminar a otro lugar.
— ¿Qué tengo ya? —Taehyung miraba la pequeña mano de aquella mujer confundido —. ¿Mami, dónde estamos?
Su madre le sonrió mordiendo sus labios, evitando llorar para no poner nervioso a su hijo quien seguía haciendo preguntas, hablaba y reía.
Fueron al parque de diversiones. Taehyung desde pequeño había querido ir a un lugar así, su madre aún lo recordaba, aunque su hijo no.
— ¡Ese! —señaló Taehyung sonriendo.
Su madre le siguió a todas partes, subiendo a los juegos que él quería, incluso los más infantiles.
—Vamos a comer algo, ¿te parece? —el chico asintió emocionado para caminar a su lado con el ceño fruncido.
Ambos se sentaron en una mesa, pidiendo la orden especial. Su madre le hablaba sobre cualquier tema que le causara gracia o anécdotas que había hecho.
Taehyung tiene Alhazmeir. Él es uno de los casos más jóvenes con esa enfermedad.
—Iré un momento al baño Taehyung... Por favor, quédate aquí —le pidió aquella mujer.
Taehyung se quedó en la mesa admirando el lugar, después de unos minutos se levantó de la silla confundido. Salió del restaurante alterado, mirando a todos lados, sintiéndose perdido.
Las ganas de llorar se hicieron presentes y no tardó en esconderse en un árbol confundido.
—Hey, ¿estás bien? —un chico le tocó el hombro regalándole una sonrisa —. Puedo ayudarte —le extendió la mano.
Tomó la mano de aquel chico, dándose autoconfianza. Siguió a aquella persona admirando su espalda, caminando detrás de él.
Llegaron a un lugar lleno de gente; una mujer miraba a todos lados llena de nervios y ansiedad. Taehyung sonrió feliz al poder reconocer a aquella mujer.
— ¡Mami! —la mujer se giró aliviada para correr donde él, ambos se fundieron en un abrazo —. ¿Dónde estamos mami?
—Tranquilo Taehyung, ya volveremos a casa —el chico asintió mirando a todos lados buscando a aquel chico bonito.
Frunció el ceño para ponerse de puntas, no podía verlo.
—Vamos a casa —ambos caminaron hasta un auto para ir a su hogar que no quedaba muy lejos.
