Esclavitud ~HopeV~

31. Estoy seguro

"Debe ser el amor en el cerebro que me hace sentir de esta manera"

🌸❤🌸

Decir que estaba inquieto era poco, su lobo parecía correr en círculos mientras hacía un berrinche incansable, durmió a saltos durante toda la noche sin poder conciliar el sueño completamente, rodando de un lado a otro en la cama que parecía demasiado grande para él, buscando un calor que no pudo encontrar.

Esa mañana despertó más temprano de lo habitual, con un extraño calor cosquilleando en su vientre, intentó distraerse tomando una ducha, pero ni siquiera eso pudo tranquilizarlo, se sentía un tanto ahogado y acalorado, como si su celo fuese a llegar, pero sabía que faltaba tiempo para eso. Negó con su cabeza confundido, se vistió con ropa holgada, solo una camiseta manga larga celeste y pantalón de chándal gris, acomodó su cabello con las manos temblorosas, se miró al espejo un tanto insatisfecho por la imagen, pero no le tomó importancia.

Caminó hasta la puerta nervioso, podía oler levemente el aroma de Hoseok entrando a su habitación casi como si lo estuviera buscando. Salió de su habitación y se vio a si mismo acercando su cuerpo a la puerta de la habitación del alfa, pegando su frente a esta para respirar profundo, con los ojos cerrados y mordiendo su labio, inconscientemente buscando más de él. Sus dedos se crisparon de gusto, el aroma de Hoseok envolviéndolo seductoramente, entrando en su sistema, enloqueciéndolo, drogándolo y haciéndolo empujar la puerta que yacía cerrada. Tan bueno.

Limón y tierra mojada.

Unos ruidos dentro de la habitación lo alertaron y luego un golpe en la puerta, como si alguien dejara caer su palma con violencia contra la madera, más ninguna palabra se oyó. Solo el sonido de una respiración agitada a lo lejos. Dio unos pasos hacia atrás, asustado y un tanto perdido, se encamino mareado y torpe hacia las escaleras.

Como podía saber que Hoseok se encontraba tras la puerta en el mismo estado que él, intentando obtener, aunque sea algo de su aroma para calmar su necesidad.

Su mirada perdida logró enfocar a la señora Lee en la cocina, que le sonrió brillante al verlo, como siempre, ella lo saludo cariñosamente mientras revolvía su cabello, él se sentó a la mesa, un hermoso desayuno lo esperaba, hecho con tanta dedicación y cariño, con los alimentos brillando frente a él, la mujer se sentó a su lado segundos después, observándolo con una mirada que no logró identificar.

-Hoy te ves radiante TaeTae, ¿estas feliz? - él se sorprendió.

Dio palmaditas en su cara para despabilarse, aún se sentía atontado, ¿enserio se notaba mucho lo feliz y emocionado que estaba después saber que Hoseok tenía los mismos sentimientos que él?

Parecía que sí, por que la mujer a su lado solo le tomó unos segundos notar que él lucia diferente esta mañana.

-Estoy feliz señora Lee... Aunque me siento un poco extraño.

Llevó un trocito de fruta a su boca para comerla lentamente después, ni siquiera él podía explicar como se sentía. La mujer lo analizó con sus ojos de madre que no dejaban pasar nada. Estrechó su mirada buscando algo, un malestar, un síntoma, lo que fuera.

-¿Te sientes enfermo? A lo mejor pescaste un resfriado o algo así, te he dicho que debes abrigarte cuando salgas Tae y pasar tanto tiempo con los pies en la playa no te hace bien.- Regañó dulcemente.

El omega hizo un mohín en negación, no estaba resfriado.

-No, no es eso. - Sus mejillas se sonrojaron, en el fondo sabía por que se sentía así.

Ella lo analizó, bebió un poco de té y lo dejó elegantemente sobre la mesa sin hacer ruido alguno.

-¿Es por el celo del señorito Hoseok verdad?