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— ¿Estás bien, Jungkook? —preguntó Seokjin, acariciando el cabello de su amigo, le notaba bastante decaído. Jungkook asintió, sonriendo para verse más convincente.

Yoongi los miraba desde la puerta, satisfecho, había hecho un buen trabajo con él.

— Ya nos vamos. —habló, haciendo que ambos le miraran.

— Ah, sí. Dile a Taehyung que me llame cuando lleguen, suerte. —respondió, sin ser consciente de la forma en que Jungkook miraba a Yoongi.

Estaba tan molesto con ellos, quería contarle a Seokjin, pero no podía. Era humillante para él decir que Jimin y Yoongi lo habían engañado haciéndole creer que lo deseaban, solo para poder herirlo de una forma tan dolorosa.

No podía decirlo, había un vídeo suyo sufriendo a manos de ellos, no quería que alguien lo viera ni que alguien se enterara, simplemente evitaría acercarse más a ellos y esperaba fueran lo suficientemente considerados para dejar las cosas ahí, esperaba lo que le habían hecho ya hubiese sido suficiente.

Parecía un chico fuerte a quien nada le importaba pero realmente era bastante débil, el alcohol, estar ebrio era lo único que le hacía tomar la fuerza suficiente para olvidar el dolor que le causaba haber perdido a Taehyung y a la vez le hacía lastimar a otros; había violado a Yoongi, había vendido los vídeos de Jimin, había hecho muchas otras cosas a muchas otras personas que nunca se atrevieron a tratar de vengarse por ello.

[ ♥ ]

— Yoonie quiere saber qué cosas trajiste. —sus ojos pesaban y su cabeza estaba recargada en su asiento. Era tarde, Taehyung estaba conduciendo el auto.

— Ya verás, espera un poco. —sonrió, estaba ansioso por mostrarle todo lo que había traído.

Y es que, aunque no pareciera haber cambiado mucho su relación, la forma en que Taehyung miraba a Yoongi sí lo había hecho. "No lastimo a nadie", diablos, Yoongi había azotado la zona más sensible de Jungkook hasta cansarse, había ignorado su llanto, había ignorado sus desgarradores gritos ahogados, había ignorado la forma en que su piel se había dañado, ¿eso no es lastimar? No lo entendía.

Yoongi no parecía para nada afectado por ello, seguía viendo a Jungkook, era notorio el odio combinado con cierto temor en la mirada de Jungkook y en la de Yoongi solo había diversión, no parecía arrepentirse por haber hecho algo tan grave, le parecía justo así que no había remordimiento en lo absoluto.

Aunque sí, quizá era demasiado curioso, pero quería entenderlo, quería saber qué tan lejos llegaría ese chico, quería acompañarlo y observar por sí mismo su increíble capacidad para hacer sufrir al resto sin una pizca de duda. Tan solo necesitaba una razón para asesinar a alguien y lo haría, quería entender la poca empatía que Yoongi mostraba y las razones que él consideraba suficientes para dañar a alguien.

— Bebé, llegamos. —susurró una vez había estacionado el auto, removiendo suavemente a su novio para despertarlo.

— Aah. —se quejó.— Cárgame~ —pidió con un adorable tono de voz, esperando la dulzura en él convenciera al mayor.

— No puedo, tenemos que cargar todo lo que trajimos.

— Tú lo trajiste, no yo.

— Bueno, ayúdame con una vela. Tenemos que caminar hasta la cabaña, no quiero perdernos, llegaremos a dormir.

— Yoonie no quiere dormir, Yoonie quiere que lo toques. —habló, haciendo al otro callar. Comenzó a reír luego, levantándose de su asiento para salir del auto y acompañar a Tae a la parte trasera de este.

Cute Yoonie 태기 TaeGi •Where stories live. Discover now