11- Amanecer.

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Desperté sintiendo ese aroma a vainilla, abrí los ojos notando que aún seguía en su cama, me levanté mirando mi móvil, tenía unas veinte llamadas de mi padre acompañadas de diez mensajes y unas tres llamadas de Emely, me volteé mirando a Valentina totalmente dormida y desnuda, me despojé de mi pantalón de tela, me quite mi camisa y tome una toalla para darme una ducha.

Tuve que tomar ropa de su armario, haría el desayuno antes de despertarla, necesitaba pensar en las consecuencias, haría omelette con jugo de naranja y pan tostado, un rico desayuno para levantar el ánimo.

Prepare una bandeja, la dejé encima de la mesa mientras tomaba asiento en la punta de la cama observando como dormía, se veía relaja a pesar de todo, acaricié su mejilla y puse su cabello detrás de su oreja — Hora de despertar Valen — Ella abrió los ojos y acarició su rostro.

— Hola — Susurro bastante bajo.

— Hice el desayuno, así que usted señorita obedecerá y me acompañará a desayunar, se dará una merecida ducha e irá a trabajar porque le di una semana libre — Le dedique una sonrisa colocando el desayuno en sus piernas.

— Te queda bien mi ropa — Me reí al notar su sarcasmo, me alegro aún más ver su sonrisa.

— Puedo decirte algo.

— Te escuchó —

— Sé lo que es sentir dolor, perdí a alguien que ame mucho... lo que me mantuvo cuerda fue odiar que me dejara sola, me aferre a ese sentimiento y me convirtió en alguien frío, tenía que hacerme cargo de Isabella, no podía darme el lujo de estar en luto, mantuve la empresa y mi vida sin colapsos... eres joven no hagas que algo simple te destruya porque no vale la pena — Apreté su mano con cariño, ella secó esa lágrima que se deslizó en mi mejilla, Valentina se acercó y depositó un beso en mi mejilla.

— Ahora me tienes a mí.

...

— Ya deja de despeinarme...

— No estás peinada — Susurre, mientras caminábamos hacia las oficinas, observé a mi padre conversar con Emely, Isabella al vernos corrió hacia nosotras — Hola amor — Bese su mejilla dándole un abrazo.

— ¡Buen día, Brenda! — Gritó mi padre sarcástico.

— Me llevaré a esta princesa a hacer fotografías... gracias por todo — Valentina, beso mi mejilla y se llevó a mi pequeña en sus brazos, caminé hacia mi padre intentando no sentirme como una adolescente, pero él no lo hacía nada fácil con esa mirada de desaprobación.

— Tú y yo vamos a hablar ahora — Él me tomó del brazo obligándome a entrar a la oficina, al estar dentro me empujó al mueble, acaricio su cabello desabrochando su corbata.

— No era necesario, no iba a huir...

— Si lo es, anoche te esperé, pero claro nunca llegaste, estabas con esa oportunista que solo hará que pongas tu vida de cabeza, no quiero que esté cerca de mi nieta.

— No seas tan radical, tienes razón, hice mal al dejar a mi hija, pero no se repetirá.

— Me importa un bledo, tú no vas a hacer visitas domésticas a tus empleados — Me señaló con su dedo respirando con pesadez.

— No me trates como una niña, dijiste lo mismo cuando me enamore de...

— NO LO NOMBRES, sabías que no duraría mucho, te dejo embarazada y nunca volvió de Pakistán, murió como el perro que era, te casaste con un muerto de hambre — Me levanté golpeando a mi padre en su mejilla.

— No vuelvas a hablar de él así, vete y será mejor que no veas a mi hija por un tiempo — Me volteé dándole la espalda y sentí cada lágrima deslizar mi rostro.

...

Valentina García

Toque la puerta de su oficina, iba a entrar, pero la voz de Emely me detuvo — Ella ya se fue —

— Se fue antes de tiempo — Susurre bastante confundida.

— Te dejó esto — Me entregó una carta, apretó mis hombros y se fue, la abrí bastante ansiosa.

Es alérgica a las nueces, le teme a la oscuridad y ama ver películas de princesa, Te prometo que solo será esta noche...

¿Ya nos vamos? — Asentí cargando a Isabella, tome su mochila y le dedique una gran sonrisa.

— ¿Qué quieres cenar? — Ella me dijo que quería pizza, así que compraría pizza y helado para el postre, le dije que tenía un perro, eso la emocionó mucho, solo pensaba en donde estaría Brenda, nadie le confía su hija a cualquier persona... menos a alguien como yo.

Isabella me convenció en que viéramos una película, obvio Teddy al verla se sentó a su lado, le había agradado, veríamos La sirenita, me causó un poco de gracia porque hace mucho no veía caricaturas, yo tomaba vino y ella jugó.

Valen: Estoy cuidando a Isabella, no se dónde está Brenda
Enviado 8:15 PM

Adie: Eso es extraño, Brenda nunca deja a su hija con extraños, siempre la deja con su padre o con su secretaria
Enviado 8:17 PM

Valen: ¿Lo comentas o lo sabes?
Enviado 8:18 PM

Edie: Mi familia conoce a la suya hace años .
Enviado 8:20 PM

Valen: Al parecer soy importante y no lo sabía :)
Enviado 8:21 PM

Edie: Qué ego tienes babosa.
Enviando 8:22 PM

Valen: Te quieroooo, ya debo irme la nena se quedó dormida, debo llevarla a la cama, te hablo mañana
Enviado 8:30 PM

Adie: También te quiero, cuídate y espero que las cosas salgan bien
Enviado 8:32 PM

Deje mi móvil en la mesa, llevándome a la pequeña a mi habitación, la dejé en la cama y la abrigue con la manta, fui a la sala apagando la televisión, recogería el desastre que hicimos, me ducharía e iría a la cama a dormir claro que no podía olvidar alimentar a Teddy como cada noche.

1° Ojalá fueras tú.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin