Las heridas de la sociedad, la desgracia de la misma.
Un mar de prejuicios y desdicha.
Dónde no hay respuesta ni esperanza.
Hajime Hinata, tiene claro que la única manera de salir de tan frío agujero es con el proyecto de cultivación de esperanza do...
La puerta emitió un tímido sonido, el tocar cordial de los nudillos al chocar con la madera hicieron que cerrara mi cuaderno y alzara un poco la voz para que el chico pasara, quería ver cómo eran sus gestos al adentrarse a nuevos y desconocidos ambientes, cualquier dato que pudiera mostrarme como era su personalidad era una ventaja indesperdiciable.
La puerta se abrió de forma normal a excepción que, los gestos del chico a pesar de verse totalmente recto y firme, sus movimientos y gesticulaciones eran algo torpes, probablemente por el nerviosismo o una timidez que buscaba esconderse en orgullo.
- Hinata, es un gusto verte de nuevo, no temas, ponte cómodo – me puse de pie y me acerqué al chico guiándolo a su asiento.
Hinata agradeció e intentó evitar que me acercara mucho a él, tal vez no me equivocaba al decir que era una persona tímida aunque a juzgarlo, con las chicas lo era principalmente como cualquier chico de su edad.
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También me senté una vez vi a Hinata sentado en el sofá, observaba todo de manera desconfiada y "discreta", esto podía ser un rasgo que mostraba lo precavido que era aunque también se veía imprudente.
- ¿Te llama la atención la forma en la que esta arreglada la habitación? – pregunté mientras le observaba.
- Un poco – contestó en voz baja.
Reí un poco de forma risueña.
- Arreglaron la habitación de forma bastante bonita aunque, siendo yo me gustaría adornarla con mi toque personal, sino tampoco me sentiré del todo a gusto, aunque si gustas podemos adornarla juntos ya que pasaremos bastante tiempo los dos en este lugar a partir de ahora – al comentar aquello Hinata abrió los ojos sorprendido.
- ¡No es necesario! – repuso de inmediato.
Sonreí e intente no reírme.
- Relájate, estas muy nervioso, no recuerdo que alguno de los dos muerda –
Hinata me observó un poco apenado pero, al poco tiempo se relajó tratando de ponerse totalmente serio, por su forma de observarme, no creía que quisiera perder el tiempo, por aquel comportamiento, probablemente algo más lo había atraído a aquel asiento al frente mío.
- Comencemos, parece que estas muy ansioso conforme a la sesión, en ese caso... ¿Sabes cuál es el motivo de que estés aquí hoy? – al decir aquella pregunta, Hinata se quedó en silencio, al parecer no estaba muy seguro del todo.
Agachó la mirada y comenzó a reflexionar sobre lo que le había comentado, buscando dentro de su mente, la respuesta no pareció venir como quería pero, aun así seguía esforzándose.
- Sospecho que es un protocolo, probablemente quieran ver mi salud mental antes de iniciar –
Había encontrado la respuesta correcta, en efecto, esto era un protocolo que me había impuesto el proyecto, tenía que cerciorarme y dar un informe detallado de cómo se encontraba mentalmente Hinata antes de iniciar, sin embargo, la verdadera pregunta que quería que me respondiera apenas venía en camino.
