Pensamientos Contínuos

Sus besos (+18)

Gracias Dios por permitirme llegar a conocer labios tan dulces e intensos como los de él.
Cuando lo tengo cerca, su aroma, su esencia disipan todo pensamiento, pareciera como si todo a mi alrededor se prendiera a fuego lento, el fuego más noble y alocado que he conocido, y que enciende lo que hace tiempo pensé que se había extinguido.

Cuando sus labios tocan los míos; cuando su lengua decide explorar y jugar con la mía, me hace perderme en un mar de sensaciones. Poco a poco siento como mis sentidos se desvanecen, como todo deja de existir e importar.

Es algo tan intenso y tan correcto que en cuestión de segundos la dualidad de querer más, pero sentir que es suficiente, me consumen.

Y es que sus besos son como cuando terminas finales mejor de lo que pensabas;
como cuando encuentras dinero en un abrigo viejo;
como beber un vaso de agua después de haber caminado bajo el sol todo el día.

No suficiente con esto, él decide terminar de matarme con un movimiento, tan simple y despiadado donde su lengua rosa mis labios, provocando que mis hormonas decidan quemarse y multiplicarse al mismo tiempo.

Es algo tan rico y delicioso que a veces pienso que lo imagine, que fue solo un sueño. Sin embargo, mi boca recuerda la suya y recrea ese cosquilleo con el que siempre me deja, dejándome saber que en verdad sucedió y a la espera con ansias del siguiente beso.
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