Pensamientos Contínuos

Amo mi familia

Me enseñó a amar a las personas que te lastiman; sin esperar nada a cambio; a perdonar cuantas veces sea necesario; a olvidar el pasado y enfocarse en el presente; a valorar la soledad y la independencia; a ser fuerte aunque por dentro te estés muriendo; a entender que nunca me debo de conformar; que nunca debo de huir; que debo de agradecer el simple hecho de respirar; y que no importa la opinión de los demás porque solo tú sabes por lo que has pasado, lo que te ha dolido, lo que te ha costado.

Es cierto que hubo una época en la que sacrifique mi felicidad, mi bienestar, mi comodidad por ellos. Me di cuenta que jamás los podre complacer pero que sí me puedo complacer a mí.
Temo que nunca sabrán que gracias a ellos decidí dejar el silencio a un lado; decidí sonreír por mí y cambiar mí historia.

Temo que nunca sabrán que gracias a sus enseñanzas no me da miedo ser la oveja negra o quizás la blanca que la sociedad no soporta porque le recuerda que la vida es más que el pasado, el sufrimiento y la conformidad; que la vida es más que quejarse, más que juzgar; es saber perdonar, saber pedir perdón, es afrontar la realidad y aferrarse a tus sueños, a tus deseos.
Soy consciente que mi familia es disfuncional como cualquier otra. Que está compuesta por personas con sueños rotos, con llanto contenido, con temor a ser ellos mismos. Sin embargo, cada uno de ellos tiene una capacidad única para salir adelante para aprender, para cambiar, y eso es lo mas maravilloso de mi familia.