Rebel Hybrid🐇 MarkBeom/Bmark

18. 🐇

Eran pasadas de las 9 de la noche cuando Mark  iba saliendo del edificio en el que se encontraba haciendo su examen de cálculo el cual se sentía satisfecho con el resultado, había obtenido una nota alta y se sentía orgulloso, era hora de llamar a su Beomie para regresar a casa y pasar un buen rato.

Todo iba bien cuando un fuerte golpe en la espalda le hizo caer y sin dejarlo procesar que pasaba, cuatro tipos lo llevaron a uno de los callejones entre edificios de la universidad y así comenzaron a golpearlo, intentaba defenderse o por lo menos cubrirse. Sus rostros estaban cubiertos, pero no era idiota sabía quiénes podrían ser. Recibía golpes por todos lados, hasta que tres retrocedieron dejando a uno sobre él, tomarlo con una mano su sudadera y con la otra un bate.

Mark con la poca fuerza que tenía habló. — El será mío por siempre...

— Ya lo veremos rata. — estampó el bate en la cabeza del híbrido antes de dejarlo inconsciente.

***

JaeBeom insistía al teléfono de Mark, estaba preocupado porque no tomaba sus llamadas y ya era demasiado tarde para estar solo. Rondaba por el campus para ver si lo veía mientras seguía intentando al teléfono.

Su corazón se alegró mucho cuando tomó la llamada pero se dió cuenta de que no era él.

¿Hola? —

— Hola... ¿Quien eres y por qué estás respondiendo este teléfono? ¿Dónde está Mark?.

Me llamo Jace, estoy aquí con Mark... Creo. Él... Alguien lo golpeó y está aquí, ya está consciente pero un poco aturdido. —

Sintió como el corazón se JaeBeom se estrujaba, su híbrido estaba en problemas.

— ¿¡Dónde están!?

Estamos en la universidad entre el edificio de F y G  —

— Voy para allá.

Daba gracias a Dios conocer el campus y estar cerca de aquellos edificios, en cuestión de minutos ya estaba ahí, bajó del coche y se puso a correr para llegar lo más pronto posible con Mark.

Ahí estaba él con el tipo que estaba seguro que había hablado hace unos minutos, ambos estaban en el suelo, el híbrido sonrió débilmente al ver al mayor llegar.

— ¿Que te ha pasado? — sostuvo su rostro para mirar aquellos golpes que tenían.

— Parece que alguien le ha dado una paliza — respondió aquel chico que tenía por nombre Jace.

— Ya veo... ¿Quién fue? — el mayor frunció el ceño, solo quería que pronunciara aquel nombre para ahora sí encargarse de matarlo.

— No lo sé — mintió, también sabía que si lo decía significaban más problemas en los que no quería involucrarlo, eran sus problemas no de ambos.

— Ven vamos a casa — lo sostuvo entre sus brazos. — Gracias Jace, te debo una...

— Oh no es nada, no lo iba a dejar ahí tirado — sonrió — Espero que tu.. ¿Hermano? ¿Primo? ¿Amigo? ¿Hijo?

— ¡Novio! ¡Es mi novio! — rió nervioso.

— ¡Oh! Bueno, espero que se mejore pronto. — el chico tomó su mochila y continuó caminando.