El fruto rojo¹.

capítulo 7

Pov Kihyun.

Me veía realmente ridículo, en mi vida hubiera imaginado usar algo así, realmente Son Hyunwoo tenía una mente sumamente pervertida. El conjunto se constituida por unas bragas de color rosa que ni de chiste alcanzaba a cubrir mi semi erecto pene, una muy pequeña camisa sin mangas del mismo color y con la palabra Baby Girl en el, ¿si quiera era una camisa? Mi barriga estaba al descubierto, me mordí el labio inferior, lo peor era la falda, echa de un material transparente, plástico, no llegaba a cubrir ni siquiera mis muslos, mierda, sabía que si me agachaba se vería perfectamente mi trasero. Él quería avergonzarme, ¿por qué? A las mujeres obviamente se les vería bien, yo me veía patético, miré mi rostro en el espejo y por un momento desee ser una hermosa chica, si hubiera nacido niña las cosas en mi vida habrían sido, por no decir más, diferentes. El amor es amor, sin importar género, color, país y condición. La puerta se abrió.

— Pensé que te habías desmayado —trague grueso y me di la vuelta para encararlo. Su boca estaba literalmente abierta, seguramente pensando que me veía estúpido, me escaneaba de arriba hacia abajo, deje de mirarlo.

— ¿Tan feo me veo? —¿eso salió de mi boca? Me reprendí a mi mismo, eso no había salido de mi boca de ninguna manera, pero el negarlo sería un fracaso total, fue un pensamiento dicho en voz alta, aunque mi mirada estaba fija en el suelo, puso sus manos a cada lado de mi cintura, su tacto cálido.

— ¿Feo? ¿Si quiera te viste en el espejo? —me dio la vuelta, volvía estar frente a mi peor enemigo pero tomé fuerzas para subir la mirada, lo que no esperaba era encontrarme con la suya. Sus manos pasaron de mi cintura a mis brazos, subiendo lentamente hasta llegar a mis hombros y apretarlos con delicadeza. Toca como si fueras un muñeco hecho de porcelana. Así me sentía en estos momentos. Mis ojos se encontraron con los suyos en el espejo— ¿por qué me odias Yoo? Entiendo lo de nuestras familias pero quiero saber porqué realmente me odias tu a mi.

¿Por qué? No sabía a ciencia cierta, había crecido con las maldiciones de mis padres dirigidas a su familia, implantados, como cuando iba a la iglesia todos los domingos con ellos, desde pequeño se me había inculcado creer en Dios y al crecer había desestimado eso, al dejar de lado el ser omnipotente y dejando de creer en él para abrirme nuevos caminos, me mordi el labio superior y baje la mirada pero eran mis raíces.

— No te odio —susurré más para mi mismo que para él, era cierto, no tenía porque hacerlo, ahora mis mejillas teñidas de un color rojo intenso por la vergüenza de haber buscado una venganza con un hombre que no me había hecho absolutamente nada, por ser un stalker y vigilar sus movimientos ¿pero que podía hacer? Ya lo hecho, hecho estaba y no podía viajar en el tiempo para cambiar las cosas.

— Dejame hacerte sentir mil cosas Yoo —sus mano derecha descendió y se poso sobre mi pectoral derecho, jadee ante su tacto frío, las yemas de sus dedos ásperas, lo miré sorprendido, me hacia sentir tan fuera de mi mismo, la piel de gallina recorriendo mi cuerpo— dejame estimular tus áreas erógenas y hacerte sentir placer, no te retengas.

— ¿Q-que son áreas erógenas? —abrí un poco mis labios, se sentía tan bien, su dedo índice y pulgar apretaban mi aureola. ¿No has escuchado que la curiosidad mató al gato? No podía creer lo que mis caderas estaban haciendo, se movían contra el bulto de Son Hyunwoo era mecánico, quería sentirlo ¿,por qué estaba cediendo?